Helado de ida y vuelta, una aventura con Habano, café y ron
una aventura con Habano café y ron
DEGUSTAR ESTA DELICIA GASTRONÓMICA ES COMO ANDAR POR UNA PLANTACIÓN DE TABACO, RESPIRAR EL AIRE PROPIO DE LA VEGA Y ACEPTAR UNA TAZA DE CAFÉ O DEL CAMPESINO…
Café, ron y tabaco. Sinónimos de Cuba en el mundo. Y para bien, porque son de los tres mejores productos de la mayor de las Antillas. Lo sabe el chef Jordi Guillem, subcampeón mundial de heladería por dos ocasiones (2016 y 2018), quien decidió innovar una nueva receta de helado para presentarla en el IX Seminario Gastronómico Internacional 2019 en La Habana.
“Quise justipreciar los productos insignia de Cuba y mezclarlos en una receta que resultara una delicia gastronómica. El helado de Ida y Vuelta fue un reto pero es un disfrute al paladar como lo es el café, el ron y el tabaco”.
Jordi tomó como punto de partida el Habano y de él hizo una galleta crable, crujiente que mezcló con un gel de ron y lo añadió al helado de café blanco. Tomó una hoja de tabaco, la colocó encima, cristalizó el chocolate y arrancó la hoja. Quedo la forma y entonces, lo pintó con oro, porque considera que esos tres productos cubanos son a Cuba como el oro a las Américas.
El sabor de ese helado es una aventura. Es como andar por una plantación de tabaco al despuntar el alba, y cuando todavía el rocío se siente en las hojas, aceptar una taza de café que te ofrece el campesino del bohío, hospitalario y sencillo. O al caer la tarde, acomodarse en una hamaca de saco, fumarse un buen Habano y maridarlo con un trago de ron. Esa combinación perfecta de sensaciones puede experimentarse tan solo con una cucharada de este helado de ida y vuelta, que causó sensación en el evento y sembró pautas para futuras innovaciones.
Jordi Guillem se arriesgará a ofrecer en el menú de su heladería Popota esta receta revolucionaria que permitirá colocar a Cuba en el paladar de tanta gente que busca en su negocio la proporción exacta de los estabilizantes, el azúcar, el aire, los emulsionantes, y por supuesto, la correcta dosis creativa en sus postres. “Me fascina investigar los helados, los contrastes con otras texturas y proponerlo como un ente único y con fuerza propia. Tengo helado de algarroba, el helado de avellana negreta de Reus, el de yogur de cabra, y otras fórmulas como los sorbetes de té, el helado de menta-regaliz y el de chocolate negro con pimienta, para los más exquisitos. Ofrece un producto extraordinario que confunde, a ratos, al comensal. ¿Un helado caliente? Si, Jordi Guillem lo propone: es el perrito caliente helado.
Popota tiene una carta seductora con 12 propuestas, fieles a sus sabores, que revelan el talento de Jordi, finalista del concurso Mejor Cocinero del año 2014. El helado de ida y vuelta, seguramente, será de los preferidos no solo para aquellos que sean amantes de estas singulares delicias, sino para los que, por sobre todas las cosas, quieran conocer la experiencia de saborear a Cuba y “degustar” un Habano en un helado.
“QUISE JUSTIPRECIAR LOS PRODUCTOS INSIGNIA DE CUBA Y MEZCLARLOS EN UNA RECETA QUE RESULTARA UNA DELICIA GASTRONÓMICA...”