El secreto no revelado de la preferencia
ALGUNA ESENCIA CAUTIVADORA DEBE TENER EL HECHO DE QUE MUCHOS FUMADORES EXPERTOS, CONOCEDORES DEL ARTE DE FUMAR ELIJAN LOS BOLÍVAR
Mucho de lo que he leído acerca de las vitolas Bolívar hace especial énfasis en la fuerte personalidad del sabor de la marca fundada por José Fernández Rocha, a principios del siglo XX, entre los años 1901 y 1902, registrada en La Habana en 1921 con propiedad acreditada a su firma, J.F. Rocha y Cia., y que compró en 1954, cuando ya había acaecido la muerte de este, Cifuentes y Cia, la cual trasladó su producción a la fábrica Partagás.
Se dice que la fortaleza fue la principal razón del éxito que tuvo la marca desde su creación, particularmente en Gran Bretaña, donde era distribuida por los comerciantes británicos de tabaco Walters & Co., y en Europa, en tiempos en que los tabacos de sabor fuerte y con mucho cuerpo eran los predilectos de los fumadores expertos, y de su gran popularidad en el mercado mundial después que fuera adquirida por la familia Cifuentes.
Y no es que este rasgo no distinga la marca, el cual como bien se ha señalado, está presente, coincidentemente, en la personalidad de Simón Bolívar, una de las figuras más prominentes de la historiografía latinoamericana, de quien tomó su nombre; pero, ¿será acaso esto lo único que apreció Rocha en el Padre de la Patria venezolana para denominar así su creación?
Ante la ausencia de referencias, no hay otra alternativa que dejar volar la imaginación, sin preocuparnos demasiado por la imagen de Bolívar que pudo tener en su mente el fabricante de tabacos nacido en Galicia y que emigró a Cuba a los catorce años, en el momento de revelación que lo llevó a fundar una marca preferida por quienes llevan incorporado el gusto por los buenos Habanos.
En definitiva, haya sido apreciado o no por Rocha, quien quizá solo quiso rendir homenaje a Simón Bolívar sin siquiera detenerse a pensar en coincidencias entre la marca y el héroe, hay al menos otro
importante rasgo de la personalidad del Libertador que está directamente relacionado con la naturaleza misma de la marca: la pasión.
Nadie podrá negar que Bolívar fue no solo un visionario, sino sobre todo un apasionado —qué otra explicación tendría que haya consagrado su vida a la concreción de un proyecto que entrañaba tan enormes dificultades y retos como la liberación de gran parte de Sudamérica y la creación de la Gran Colombia—. Y es precisamente la pasión una característica que comparten muchos fumadores de Bolívar, que presenta por primera vez en esta edición 22 del Festival del Habano su Reserva, Bolívar Belicosos Finos cosecha 2016.
No me refiero a la pasión amorosa que define la predilección ardiente por otra persona ni únicamente a la pasión por la calidad, por la excelencia, que los lleva a deleitarse con alguna de las vitolas de la marca, ya sea Inmensas, Coronas Gigantes o Coronas Extras, todas elaboradas a mano con tripa larga, con hojas seleccionadas de las vegas de Vuelta Abajo, Pinar del Río, ya sabe usted, la tierra que produce el mejor tabaco del mundo. Debió ser esa pasión por los puros de culto la que llevó al escritor, periodista y crítico literario francés Eugène Marsan, autor de Le Cigare (1929) y de La découverte de l'Amérique et du Cigare (1931), a recomendar fervientemente, según precisa Aurelio Pastor en El mundo de los puros, de entre los Bolívar, los Barons y los Little Dukes, por considerarlos cigarros “irreprochables”.
Cuando utilizo el término “pasión” estoy pensando sobre todo en ese empeño vehemente por lograr un propósito, un objetivo, que a veces se apodera de alguien, le roba incluso el sueño y no le deja apenas un minuto de paz hasta alcanzarlo.
Y no tengo dudas de que un fumador experto, un profundo conocedor del arte de fumar, se decidirá siempre por las marcas y vitolas que se correspondan con su personalidad, la realcen y expresen coherencia con su conducta. Lo que quiero destacar es que alguna causa debe tener el hecho de que muchos fumadores expertos que pueden clasificar como apasionados, elijan los Bolívar.
Pero hay más, Martín Fernández Viveiro, en un artículo publicado en La Voz de Galicia en enero de 2017 —Los Fernández Rocha, tabaqueros de Reinante entre los más ricos en Cuba— le atribuye al fundador de la marca un carácter emprendedor, definición que lo retrata también como un hombre apasionado, pues difícilmente se pueda emprender con resolución acciones dificultosas o azarosas, si no se siente pasión por hacerlo.
No digo que otras marcas de Habanos no inspiren esa fuerza o deseo incontrolable, ni puedo asegurar que haya más apasionados entre los fumadores de Bolívar que entre los fumadores de otras marcas. Sí afirmo que tanto la fortaleza de carácter como la pasión que caracterizaron a quien sirvió de fuente de inspiración para la creación de la marca, y a su fundador, forman parte de la esencia más profunda de la misma.