CARTA DE LA DIRECTORA
La Madonna más reivindicativa lidera un número de febrero muy rebelde. Homenaje a mujeres valientes que hacen lo que les da la gana, sea cual sea su edad.
Esta carta podría muy bien reemplazarse por una transcripción de principio a fn del discurso que Madonna pronunció al aceptar el premio Billboard a la Mujer del Año de 2016, en Nueva York. Repaso sus emocionadas y emocionantes palabras al tiempo que escucho una sucesión de sus imperecederos hits y no puedo alegrarme más de que ella sea la portada en este número de febrero dedicado a la rebeldía sin edad. Algunas de las ideas expresadas en esa conferencia de diez minutos, ya viral, también aparecen en la conversación que mantiene en estas páginas con la escritora y activista Roxane Gay. Es tan vergonzosa como inapelable su denuncia de la discriminación rampante que la industria musical ejerce con las mujeres. La cantante y compositora que más dinero ha ganado en la historia gracias a sus directos, que en marzo de 2016 cerró un tour que generó 170 millones de dólares, ha recibido ataques mucho más virulentos que casi cualquier hombre por cada uno de los desafíos a la convención que han marcado sus 34 años de carrera. “Cuando empecé, mi principal musa era David Bowie”, revelaba en la gala.“Me hizo pensar que no había reglas, pero estaba equivocada. No las hay si eres un chico. Como mujer, tienes que entrar en el juego. Se te permite ser mona y guapa y sexy, pero no actúes de una forma demasiado inteligente. No tengas una opinión. Se te permite vestirte como una ramera, pero no posees tu propia promiscuidad y en ningún caso puedes compartir tus fantasías sexuales con el mundo. Debes ser lo que los hombres quieran que seas y, más importante, lo que otras mujeres acepten que seas alrededor de ellos.Y, fnalmente, no envejezcas porque es un pecado. Serás criticada, vilipendiada y no se escucharán tus temas en la radio”. Como demuestra la (no exhaustiva) galería de portadas de la edición estadounidense que ilustra esta carta, Madonna es y ha sido uno de los personajes favoritos de Harper’s Bazaar. Encarna como nadie