CLASE DE SERIE
Elegante, sensual, técnicamente insuperable y heredero de una tradición envuelta en lujo, audacia y saber hacer. Si hay un coche del año, tenía que ser el Mercedes Clase S Cabrio.
La Clase S de Mercedes ha sido siempre sinónimo de lujo y exclusividad. De hecho, debe su nombre a la palabra alemana sonderklasse, literalmente otra clase, lo que la convierte en algo así como la alta costura de la marca automovilística, nacida en Stuttgart en los años veinte del pasado siglo y que hace, unos meses, presentó la joya de su corona, esa pieza majestuosa que cierra el desfile: el Clase S Cabrio. No sin motivo, ha sido elegido coche Harper’s Bazaar del Año 2016 en la revista Car and Driver. En el primer número que se publicó de la revista, allá por 1867, en NuevaYork, se decía que estas páginas estaban destinadas a ser un lugar “para todas las cosas valiosas y únicas en el mundo (sedas, terciopelo, cachemires, especias, perfumes y rutilantes sedas)”.Ahí estaba ya esa esen-
Qcia compartida con este automóvil, que durante los años sesenta del pasado siglo fue uno de los más lujosos del momento. El modelo se dejó de fabricar en 1971 y, desde entonces, la firma no había creado un descapotable de cuatro plazas. Elegancia, armonía, sensualidad y exclusividad son las palabras que más utiliza para definirlo.Además, destaca por una serie de soluciones innovadoras que hacen de la conducción, tanto a cielo abierto como con la capota de lona cerrada, una experiencia única. “Encarna el lujo moderno de un modo muy especial y expresa al mismo tiempo ese tipo de superioridad natural y evolución constante. Es uno de los modelos de la Clase S más bonitos y exclusivos de todos los tiempos”, explica Gorden Wagener, director de Diseño de Daimler AG. Puro Harper's Bazaar.