EL SECRETO DE LAS AMAZONAS

La actriz y modelo brasileña MARCELLA MAIA, una guerrera transexual en ‘Wonder Woman’.

EN LAS 80 HECTÁREAS de los estudios/complejo de Warner Bros. en Leavesden es fácil toparse con directores atribulados móvil en mano, maquilladores y peluqueros haciendo cola para el café y estrellas zampándose ensaladas en cajas de plástico.También hay extras que aprovechan las pausas entre toma y toma para echarse un cigarro, como Marcella Maia. Luce imponente en su atuendo de amazona porque interpreta a una de esas guerreras que viven en Themyscira junto a la princesa Diana.“Creo que cualquier mujer estaría encantada de formar parte del equipo de WonderWoman”, concede.“Para mí, desde luego, supone algo muy especial”. La joven actriz sonríe enigmática. Nada más que añadir, hasta que, días más tarde, el periodista recibe un correo electrónico.“Ahora puedo contarlo, porque he comprendido que la mía es una historia bonita y estoy orgullosa de mi vida y de mi condición”, dice. Sí, Marcella Maia es transexual y quiere que el mundo sepa que entre las amazonas hay sitio para luchadoras como ella. Brasileña de origen, hasta la fecha se había fogueado como modelo (así llegó a las pruebas para la película, que ha reclutado a sus supermujeres entre agencias de maniquíes y deportistas), aunque lleve la actuación en las venas.“Estudié interpretación, pero tras mi operación de reasignación de sexo decidí aparcar mi sueño, porque esto podía ofrecerme más oportunidades”, explica. Su carrera en la moda le ha permitido recorrer el mundo y subirse a pasarelas como la de Londres.“Cierto que aún hay bastantes prejuicios, pero experiencias como las de LeaT.,Andreja Pejic o Hari Neff han demostrado que las cosas han cambiado”, continúa, aunque su trabajo de modelo ya no es una prioridad. De regreso en Brasil, Maia ha vuelto a su primera pasión.“Acabo de rodar Todos nos 5 milhões, una importante película dramática que habla de hechos reales. Mi personaje está inspirado en la madre del cineasta Alexandre Mortagua. Cuando terminé mi última escena, hice llorar al director”, cuenta la joven, que ya suma 120.000 seguidores en su cuenta de Instagram.“Siempre he creído en la idea de ser reconocido por tu trabajo, no por una cuestión de género, aunque compartir mi pasado quizá pueda ayudar a abrir algunas mentes. No sé que me deparará el futuro, pero ya no estoy asustada. Nunca más”.