Viviendo rasé por Josie
Nuestro viaje juntos a Gran Canaria Moda Cálida Swimwear Fashion Week 2018 y el estilismo para su puesta de largo ante los medios han bastado para descubrir que tras LA ESPAÑOLA con mayor concentración de seguidores en Instagram se esconde una apetecible
Las tardes del principio del verano se presentan cada año más intensas sin salir del plató del IED, donde ultimo con mis alumnos de posgrado en Estilismo de Moda las prácticas que preceden al esperado fn de curso. En una de ellas, recibo un mensaje que me deja atónito: «¿Podrías venir a Gran Canaria Moda Cálida Swimwear Fashion Week 2018 con Georgina Rodríguez? Necesito que la vistas en su primera aparición ante los medios y seas su cicerone en el front row al que asistirá como madrina». La interlocutora era Águeda Amiano, directora de Pelonio Press, una de las agencias de comunicación de moda más potentes del país y que se encarga, entre otros menesteres, de organizar este certamen de moda baño que en número de diseñadores es el más rotundo de todo el planeta. Tras 12 ediciones en su haber, Águeda y su equipo han tomado el relevo para pegarle un refrescante giro colorido en convocatoria, dinámico en su formato y, sobre todo, muy digital para poder comunicar a los cuatro vientos lo importante en ventas –con aumento del 47% de facturación en las marcas de Gran Canaria Moda Cálida con respecto a 2017– y tendencias que es este evento crucial para la preciosa isla canaria. En esta línea de superaltavoz viral, la elección de la madrina de este año no podía ser más acertada por tratarse de una modelo superfamosa –y aún más desconocida– que aglutina 5 millones de seguidores en Instagram y que jamás había comparecido en directo hasta entonces ante medios acreditados. Enfrentarse a este primer patíbulo mediático merecía un ‘lookazo’ que amortiguase los canutazos de los micrófonos asistentes, las críticas mordaces en las peluquerías o la mía propia semanal sobre la mesa de Zapeando. ¿Por qué no lanzarme a hacer este estilismo para ella? Además de conocerla y descubrir qué hay detrás de esa sonrisa de Mona Lisa –Georgina jamás muestra sus incisivos y me resultaba algo distante por eso– podríamos disfrutar de este certamen juntos y pasear por las dunas pegadas al océano, que son el mayor reclamo para volver a Gran Canaria. Plan y reto no podían tentarme más; así que me puse manos a la obra para tener un shopping de ensueño entre las marcas consagradas que desflan y que son todo un descubrimiento para mí: Palmas, Calima Swimwear o Maldito Sweet entre otras… Tenía muy claro que esta prenda de baño debía quedarle niquelada y era necesario hacer pruebas previas para fundirla con ese cuerpazo curvilíneo –cotizado tan al alza en nuestros días– que ostenta y con el que, sinceramente, es mejor no improvisar por ser más bombazo que percha fácil. Pero Ramón Jordana, representante de la más ocupada modelo y madre del momento, me advirtió desde el minuto cero: «En UNO Models llevamos a muchas personalidades conocidas, pero lo de Georgina es desbordante por la enorme capacidad mediática que posee y porque es muy difícil cuadrar su también desbordada agenda…». Con un mundial de por medio, vacaciones y niños, aquello de sin-
cronizar nuestros tiempos fue imposible y tras tres intentonas en la semana previa a la inauguración del certamen, empecé a pensar que Georgina me estaba ‘esnobeando’ o vengándose de mí por la baja puntuación que obtuvo en Zapeando su look de celebración de la Copa de Europa. Comencé a estar aterrado porque el día se acercaba y todo apuntaba a que ese ansiado fitting tendría lugar en su suite del Seaside Grand Hotel Residencia el mismo día que esta sesión de fotos. Y así fue: a las 5 de la tarde –hora taurina– llegué a la puerta de Georgina sin haberla visto antes; con la sospecha de cierta distancia de diva, venganza a Zapeando o simplemente una sonrisa distante que jamás enseña un diente. ¡Toc, toc!, Ramón llama y dos carros maleteros hasta arriba con steamer incluida irrumpen en la estancia donde aún se respira el relax de la siesta que Georgina acababa de disfrutar tras un par de escalas rumbo a la isla y después de sus intempestivas jornadas en la semana de la moda masculina de Milán. Ante mí y vestida con un albornoz de rizo blanco, desenrolla la toalla que cubre su pelo azabache y me saluda tímida pero sin distancias, y le digo: «¡Por fn, Georgina! Es un placer tenerte en Viviendo rasé donde vamos a disfrutar y a pasarlo bien con lo que más nos puede gustar del mundo: la moda…». Así que salimos al enorme jardín y mientras perchaba el shopping, Jorge M. Redondo se disponía a grabarlo todo para Harper’s Bazaar digital –donde puedes ver el making of que ahora mismo estoy narrando–, y Amparo –que había maquillado ya antes a Georgina– la preparaba para disparar mientras empezamos a conversar:
—Eres de Huesca, ¿no, Georgina?
—Sí, concretamente de Jaca.
—Lo conozco perfectamente y me encanta… Y ya me puse a contarle mis días en Candanchú y empezamos a disfrutar de esta conversación, porque si hay algo que une más que Embassy es el bar Casa Fau de Jaca, eso es así… «Estuve trabajando en mis comienzos en un pub que hay allí hasta que me mudé a Madrid». A sus 24 años, esta madre de 4 hijos que lleva trabajando desde los 19 y a la que le ha cambiado la vida enormemente en los dos últimos, se muestra madura y sincera, segura pero tímida y sin ser dicharachera, tiene un sentido del humor que al final rompe el hielo y aflora esa sonr isa i nmensa escondida y cuajada de brackets. Quizás por este motivo, Georgina me pareciera un tanto siesa, pero no lo es en absoluto y puede que reserve lo mejor de ella para el fnal de su ortodoncia. Es el momento de empezar a disparar y contemplo ese tejido cutáneo de ensueño con el poro más cerrado y mínimo que hayan visto mis ojos en los últimos tiempos y es entonces cuando la inseguridad se apodera de mí tras una noche zamorana en Gran Canaria y mi careto derivado vendido al Photoshop. Pero sin otro remedio, entramos juntos en el set de Papo –diva contra diva– para ilustrar la apertura de esta sección, y después la voy cambiando con otros modelos de diseñadores locales, entre los que quedaría prendada de un batín transparente de Aurelia Gil. El tiempo volaba look by look y el teléfono avisa de nuestra inminente partida. Es hora de vestirla para entrar en los desfles con la prenda que mejor le sentaba de todo el certamen: un
«E n UNO Models llevamos a muchas personalidades conocidas, pero lo de Georgina es desbordante por la enorme capacidad mediática que posee»
RAMÓN JORDANA
top negro balconnet que Gonzales había presentado la tarde anterior y que pude interceptar justo a tiempo; pero una vez vestida, Georgina llama a Ramón y le dice: «Tengo hambre, Ramón» y es entonces cuando una bandeja cargada de pan con tomate, jamón y aceite de oliva entra en el set. Qué pena no haberla fotografiado merendando vestida con ese top y la falda cubierta por una servilleta almidonada; esa era la mejor foto para una campaña protagonizada por exuberante diva mediterránea que come jamón con pan, tomate y aceite de oliva mientras retocan su pelo. Yo que no puedo probar bocado cuando estoy nervioso o rumbo a la televisión, en cambio Georgina que se enfrentaba a su primera aparición y parecía estar tan tranquila merendando en el porche. Pero en realidad l os nervios estaban ahí y la incertidumbre ante la aglomeración de cámaras, micrófonos y preguntas de todo tipo le sobrevino al subirnos juntos al coche, donde intenté tranquilizarla: «Sé tan natural como eres y siempre sonríe, si te muestras cortés y absolutamente tú, te irá bien…». El conductor abrió la puerta y el escandaloso disparo de los flashes se apoderó de ella mientras escuchaba las ensordecedoras llamadas de los fotógrafos al grito de «¡Georgina!» por doquier. Ella no conoce el camino y por pasillos tubulares tapizados de moqueta negra la voy guiando hasta ver una luz plagada de logotipos al fnal de ese túnel: Georgina posa excelsa con su Gonzales para agradecer la invitación al Cabildo de Gran Canaria y esboza su característica sonrisa, luciendo una piel perfecta y enfundada en una falda tubo que, aunque le queda impecable, esconde una merienda mediterránea tras de sí. Justo después de los desfles de Chela Clo y Nuria González a los que asistimos, se extiende como l a pólvora que Georgina vuelve a estar embarazada por lucir cierta tr ipita; cuando ella naturalmente tiene eso y más… Es el sueño de todo ser humano que adore la voluptuosidad. Pero si algo amé de ella por encima de sus curvas fue una conversación relajada que mantuvimos cuando todo acabó: «Ahora tengo mucha tarea con los niños y mi tiempo es para ellos… De hecho, esta madrugada vuelvo a Madrid para poder despertar a Junior la mañana de su cumpleaños y ultimar su pool party con 60 amiguitos. Pero mi intención es volver a estudiar el año que viene un máster en marketing y seguir formándome…». Si algo me da más confianza que la gente que come bien, es la que se supera estudiando cada día y Georgina en ese momento me había ganado; pero aquí vino la puntilla fnal a mi corazón partío por ella: Chela Clo, el apuesto diseñador de moda baño masculina que acababa de desflar, tuvo la bondad de obsequiar a Georgina con unos trajes de baño para su chico y los estuvimos viendo juntos. A mí me encantó uno rosa chicle liso que justo antes de guardarlo en la bolsa de nuevo quiso ofrecerme como signo del comienzo de una amistad. Por supuesto no lo acepté, pero este detalle fue revelador de una chica cándida y muy educada que me dejó con ganas de conocerla mejor y a falta de paseo por las dunas, tuve que conformarme con las respuestas a este cuestionario que sigue y que me ha ayudado a descubrirla mejor hasta que volvamos a vernos.
«A hora tengo mucha tarea con los niños y mi tiempo es para ellos […]. Pero mi intención es volver a estudiar el año que viene» GEORGINA RODRÍGUEZ