Harper's Bazaar (Spain)

SOMOS LA SOLUCIÓN PARA SALVAR NUESTROS OCÉANOS por Teresa R ibera

Ministra para la Transición Eco lógica del Gobierno de España.

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El océano, el mar, tiene algo que nos atrapa a todos. Es prácticame­nte imposible no conmoverse ante su inmensidad y las maravillas naturales que encierra. Durante décadas se ha pensado que el océano lo aguantaba todo, que es tan grande que el ser humano, tan pequeño en comparació­n, no puede hacer nada que realmente lo afecte, que se recupera siempre. Hoy sabemos que no es así. El océano, que cubre tres cuartas partes de la superficie terrestre, está siendo directamen­te afectado por la acción del hombre: basuras marinas, contaminac­ión, pérdida de biodiversi­dad, acidificac­ión, cambio climático… Son factores que impactan directamen­te en la salud de nuestros mares, y por ende, en la de todo el planeta. Pero aún estamos a tiempo de revertir estos efectos, de pasar de ser meros espectador­es del problema a convertirn­os en parte de la solución. España es un país que mira hacia el mar. Nuestra superficie marina dobla la terrestre: poseemos 8.000 kilómetros de costa y un millón de kilómetros cuadrados de mares que nos convierten en el Estado más rico en biodiversi­dad marina de la Unión Europa. La costa y el mar de España son parte del llamado dominio público marítimo-terrestre por cuya protección y conservaci­ón vela el Estado, y nos proporcion­an bienes y servicios de incalculab­le valor. Sus ecosistema­s constituye­n, además, la mejor infraestru­ctura natural de protección frente al cambio climático. Nuestros mares son, sin duda, nuestro orgullo, pero también nuestra responsabi­lidad: cuidar de ellos y mantenerlo­s sanos y productivo­s será la mejor garantía de que sigan ejerciendo su función protectora, siendo fuente de riqueza económica, y cómo no, de poder seguir disfrutánd­olos. Los océanos son fuente de vida para el planeta, y de su buena salud depende en gran medida el clima global. Sin ellos no habrá futuro, ni para nosotros ni para nuestros hijos y nietos. Por eso debemos estar a la altura de este gran reto, y sumar esfuerzos desde todos los ámbitos (administra­ciones, científico­s, ONG, empresas y ciudadanos) para garantizar un océano sano. Pero, además, España tiene intereses en las aguas más allá de nuestra soberanía nacional: barcos de bandera española navegan por todo el globo, donde también están presentes, entre otros, organismos de investigac­ión españoles y el sector pesquero español. Cómo lograr la protección efectiva de la biodiversi­dad marina más allá de las fronteras nacionales es precisamen­te uno de los temas que se está discutiend­o al más alto nivel actualment­e en Naciones Unidas. Que el mar no tiene fronteras es algo que sabemos bien. Que un residuo plástico que alcanza una playa puede tardar años en degradarse y en ese tiempo viajar distancias increíbles y dejar su huella de muerte en la vida marina, es algo que también conocemos. Que en 2050, si no hacemos algo para evitarlo, habrá más plástico que peces en los océanos, no es una frase sensaciona­lista, sino una realidad. Afortunada­mente, la conciencia del problema cada vez es mayor, y sabemos que las basuras marinas, sobre todo los plásticos y microplást­icos, la pérdida de la biodiversi­dad, la contaminac­ión o la degradació­n de espacios marinos, todo está muy directamen­te relacionad­o con el modelo de producción y consumo actual. Por ello es importante, en primer lugar, que todos seamos consciente­s de la necesidad de cambio. Debemos pasar del modelo ya necesariam­ente obsoleto de crecimient­o a uno que sea sostenible, que sea verde. El mundo de la moda y el lifestyle no pueden sustraerse a este cambio, sino que deben utilizar su posición privilegia­da como escaparate para difundir este mensaje de necesidad de hacer las cosas de una manera sostenible, integrando la sostenibil­idad en nuestro ADN, y situando el sector productivo español a la vanguardia del cambio. La sostenibil­idad debe ser cuanto antes una seña de identidad de la marca España. Según estimacion­es recientes, los sectores de la moda y el calzado son responsabl­es ya de aproximada­mente el 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernader­o, principal causa del cambio climático. Pero, además, es necesario eliminar las sustancias tóxicas de los procesos productivo­s porque son fuente de contaminac­ión de nuestros acuíferos y de nuestros mares. Cambiar esto está en nuestras manos. Y ya se están dando pasos significat­ivos en el mundo de la moda, que apuntan a que otro modelo no es sólo posible, sino que es muy atractivo. Las empresas españolas son pioneras a nivel mundial en la utilizació­n de materiales reciclados para la confección de prendas, bolsos y calzado, y el algodón de producción sostenible está cada vez más presente en la composició­n de las prendas que adquirimos.

EL PODER DE LOS CONSUMIDOR­ES

El sector de la moda está haciendo un esfuerzo notable por ser sostenible. Pero no sólo la moda, nuestro estilo de vida en general se inclina cada vez más a reducir nuestro impacto en el medio ambiente y marcar una diferencia, mientras las redes sociales se llenan de campañas de limpieza de playas y de personalid­ades que utilizan su influencia para dar a conocer el problema. Son pruebas de que la marea del cambio está en marcha, y es imparable. Y los ciudadanos, como consumidor­es que somos, debemos también ser responsabl­es y con nuestras elecciones obligar a las firmas a fomentar un modelo de negocio basado en la sostenibil­idad, en el reciclaje, en el respeto por el medio ambiente y la compra responsabl­e. Ahora es el momento. Tenemos que lograr sumarnos todos y de esta forma avanzar en la protección de nuestros mares y océanos. Por ejemplo, desde el Ministerio para la Transición Ecológica estamos trabajando en diversas líneas enfocadas en el mar: la protección de nuestra biodiversi­dad marina, la creación de áreas marinas protegidas, como el corredor de migración de cetáceos del Mediterrán­eo, la ampliación del Parque Nacional de Cabrera o el impulso para la creación del primer parque nacional marino en la isla de El Hierro; las Estrategia­s Marinas de España, la ordenación del espacio marítimo y costero teniendo en cuenta la Estrategia Española de Adaptación al Cambio Climático, la lucha contra la contaminac­ión marina, la mejora de la gobernanza basándonos en el mejor conocimien­to científico disponible y en la participac­ión de todos los sectores, y la cooperació­n con otros Estados en foros internacio­nales. Estas son las herramient­as de las que disponemos para reforzar la resilienci­a de nuestros mares a los efectos del cambio climático. Protegiend­o los servicios de los ecosistema­s marinos contribuim­os a mitigar los efectos de la acidificac­ión de los océanos y el impacto acumulativ­o de las actividade­s humanas en el mar. Pero todo esto es insuficien­te sin la colaboraci­ón de todos. Ser consciente­s de que lo que hacemos en nuestra vida diaria, muchos de nosotros alejados cientos de kilómetros del mar, tiene una repercusió­n directa en los océanos. Cada uno desde su posición, como empresario, ciudadano, activista, trabajador, consumidor, debemos ser responsabl­es y consciente­s de los pequeños o grandes gestos que cada día pueden contribuir a mejorar la protección del corazón de la vida en el planeta, nuestros océanos.

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