SIN ESCALAS
Esta aventura, como las mejores, empieza en un aeropuerto en el que el viajero despliega sus alas para emprender un recorrido inolvidable. El destino no es un lugar, sino la experiencia EMPORIO ARMANI BOARDING.
Aveces ocurre lo inesperado. Se alinean los astros, suena la canción apropiada en el momento indicado o se remonta en el último minuto el partido que se daba por perdido. A veces sucede la magia y es incluso posible reconciliarse con los aeropuertos. Que se lo digan a los asistentes al desfle de primavera/verano 2019 de Emporio Armani en Milán, que tuvieron que trasladarse hasta el de Linate para emprender el viaje que fnalizaría con un reencuentro feliz con la idea de hacer escala. El periplo, eso sí, empezó años antes. Las alas que representan la firma que, contra el criterio de sus consejeros (quienes aseguraban que devaluaría su etiqueta original ), creóGiorgio Ar mani en 1981 para acercarse al público más joven, coronan un hangar de los años 30 del aeropuerto más internacional de la ciudad italiana desde hace más de dos décadas. Con ese gesto, que puede parecer un simple movimiento prom ocio n al, el diseñador rendía un emotivo tributo a Milán, la capital de la moda sin la que no habría podido llevar su frma a todos los rincones del planeta. Desde entonces, saluda también a los pasajeros que van y vienen recordándoles un elemento que debería formar parte del equipaje de cualquier viaje: el sentimiento de poder y libertad que representa el águila de su logotipo. El mismo que forma el espíritu de sus prendas urbanas y versátiles –como las americanas deconstruidas–, ligeras y capaces de adaptarse al día a día, como la seda mate que destaca en su última colección. Esta supone todo un viaje en sí misma, uno lo sufcientemente largo –más de 200 looks– y con un destino tan lejano que requiere llevar de todo: par kas semitransparentes que funcionan día y noche, prendas de punto y pantalones relajados, vestidos de cóctel y colores llamados a formar parte del paisaje de las mejores pistas de baile. Responde así a los requisitos del armario de los más exigentes y, con una propuesta que une la línea femenina y la masculina, demuestra que bajo los mis- mos criterios estéticos es posible realizar un ejercicio de independencia. ¿Habrían sido sufcientes una espectacular puesta en escena y una colección a base de siluetas inteligentes y colores brillantes para convencer de que los aeropuertos tienen sus encantos a 2.300 invitados hartos de saltar de ter minal en terminal con las maletas que precisa una semana de la moda? Probablemente. Pero por aquello de no dejar nada al azar, Armani decidió reforzar su argumento con un concierto sorpresa de Robbie Williams tras el desfle. «Los aeropuertos son lugares llenos de simbolismo. Evocan una apertura al mundo sin barreras. Despegas para descubrir y aprender, o vuelves después de vivir innumerables aventuras», aseguró el diseñador durante el evento Emporio Armani Boarding. Gracias a él, los aeropuertos son ahora también lugares en los que, de nuevo a veces, suceden las cosas más interesantes de un viaje.Y sitios en los que suena Let Me EntertainYou (1997).