QUE TE QUIERO , VINTAGE
Las prendas con más de una vida resisten al paso de los años y a la vorágine de la moda, también en la era del ‘online’. Ahora el ‘vintage’ se compra en Internet y, cada vez más, Instagram sirve de plataforma para buscar dueño (afortunado) de estos TESOROS con historia.
PERDERSE ENTRE LAS CAJAS del armario de una abuela o entrar en una tienda vintage de Los Ángeles, Londres, Nueva York, Barcelona o París; el olor a historias que vivieron otros se mezcla con la ilusión por encontrar un acolchado signifcativo, un cinturón como no hay otro, un trench con el forro cuadriculado o un bolso de esos que podrían exponer en museos. Comprar vintage es una experiencia con sección emocional y, ahora que hablamos de sostenibilidad en esta industria que gira cada vez más rápido, también una buena forma de reciclar, reutilizando y reduciendo el consumo compulsivo. El término, anglosajón y con origen en el ámbito vinícola, se refere a los artículos que pueden mantener su interés al menos 20 años después de su creación. Sin embargo, en la industria de la moda, sus límites son más difusos y en ocasiones engloban también piezas con tejidos de gran calidad o pertenecientes a etapas de diseñadores que gozaron de gran prestigio. Como Phoebe Philo en Céline (con tilde), por ejemplo, cuyos diseños se convirtieron en reliquias en el momento en el que Hedi Slimane puso en escena una nueva propuesta, su particular Celine (sin tilde): en portales de venta online como Vestiaire Collective o The RealReal las búsquedas de la era anterior y su valor se duplicaron según publicó en octubre el portal especializado The Business of Fashion. Pero ese es otro melón. Importa, sin embargo, el territorio digital cuando hablamos de prendas con historia: en los últimos años la venta de este tipo de artículos por Internet (con piezas de Chanel, Dior, Hermès o Versace, entre otros) ha tomado gran relevancia con plataformas como las ya mencionadas, a las que se suma también una sección de vintage en el gigante del e-commerce británico Farfetch.com cuando, antes, el juego en Internet quedaba reducido a eBay. Es más, ahora, los espacios destinados a vender reliquias son casi tantos como amplia es la red: Instagram se ha convertido en la nueva casa del vintage con perfles destinados únicamente a vender piezas con historia detrás a través de mensajes directos en la aplicación. Cristina, creadora de De su padre y de su madre, hacía mercadillos con su ropa hasta que se dio cuenta de que lo que encontraba eran verdaderos tesoros y decidió compartirlos con el mundo a golpe de red social; o María Bernad, una de las influencers patrias más reconocidas a nivel internacional, quien lanzó en 2017 su marca, Les Fleurs Studio, donde aúna su amor por el vintage y el arte junto a imágenes delicadas e inspiradoras.