VEINTE AÑOS, UNAOBRAY UNPERFUME
Dos décadas marcan un cambio generacional, y es plazo sufciente como para ver el ascenso y la caída de muchas estrellas. Sobrevivir todo ese tiempo en el mundo literario merece una celebración. Hace veinte años Internet se medía por tonos, el libro digital resultaba una utopía y triunfaba la generación Kronen, costumbrista y rompedora. En el País Vasco, donde yo vivía, ETA lo perturbaba todo y el Guggenheim daba sus primeros pasos. Y todo era posible a los veinte años que yo había cumplido. Mi primera novela se llamaba Irlanda, y fue acogida con sorpresa y excelentes críticas. Aún no sabía lo que estaba por venir: las traducciones, un Premio Planeta, mi interés por la creación y su enseñanza, las colaboraciones en medios, la búsqueda de formatos y de espacios nuevos, la crisis económica y los cambios de hábitos de los lectores, las redes sociales y los fenómenos literarios en novela negra, romántica o histórica. Entonces, en 1998, esa primera novela hablaba de la oscuridad del ser humano, de las difcultades de crecer y de un jardín. Veinte años más tarde, Floral, la nouvelle o novela corta que acompaña al perfume (algunos lo consideran un relato) habla también del crecimiento, pero en otros aspectos, y de un jardín. Se cierra el círculo, y devuelvo a mis lectores, en forma de mundo encerrado en un libro y en una botella, el regalo que me hicieron: convertirme en escritora. Floral: 19,95 €.