MERCADOS DE BARRIO
Otro mito a desmontar: la febre de los mercados gourmet, que empezaron siendo algo diferente y atractivo, pero que se han ido convirtiendo en demasiado turísticos y excesivamente caros. Como a nosotros ya no nos pillan en el mismo renuncio, hemos seguido haciendo lo de siempre, comprar en nuestro mercado de toda la vida, el del barrio, para comprobar con alegría que una nueva tendencia se está consolidando dentro de ellos: los puestos de comidas honrados, con cartas y menús ricos, ricos y a precios más que razonables. La tendencia es imparable y reporta benefcio en ambas direcciones: el mercado rejuvenece y atrae a nueva clientela, por un lado, y el joven chef sin padres millonarios puede hacerse con un espacio a muy buen precio para empezar a dar rienda suelta a su talento. Hablamos ahora de algunos de los que consideramos pioneros.
Cutzamala Mex Food. Manejan un hashtag que afrma que el suyo es #elmejorguacamoledemadrid. Es cierto. Pero también los tacos al pastor o la tosta ahogada. Mercado Antón Martín (Madrid).
Kitchen 154. Les gusta el picante (a muerte con su curry thai de gambones), cocinan a la vista (parecen tener hasta coreografías con fondos de rock’n’roll) y todo está buenísimo. Mercado de Vallehermoso (Madrid).
El Pinotxo. De cómo transformar unas tapas de garbanzos en un objeto de deseo sin límites. Ármate de paciencia o plántate a primera hora. Eso sí. El resultado está de chuparse los dedos. Mercado de La Boquería (Barcelona).
El Quim. Todo empezó con unos huevos con ‘chipironcitos’ en aceite de oliva, ajo, sal Maldon y pimienta negra y un cliente que siempre volvía: Adrià. También en La Boquería (Barcelona)