Harper's Bazaar (Spain)

EL VERANO SIEMPRE VUELVE

- por Alejandra Parejo

Amí el invierno me duele un poco. Me duele, me molesta, me pesa.Tú ya lo sabes, por eso dices sé paciente, lo esencial es pasar noviembre y diciembre, en enero todo mejora, los días se alargan un poco en cada atardecer, ¿ves?, ¿ves?, son las 18:03 y todavía hay algo de luz. Pero a mí es que también me pesa enero. Me pesan los abrigos, los jerséis, la huida de la luz a media tarde, la invasión de la oscuridad que lo cubre todo, la nariz torturada, la necesidad de hibernar sin que exista posibilida­d alguna de hacerlo, la comida caliente, esconder la piel, el secador de pelo, la lana que siempre pica, la ausencia de almendros en flor. Me pesa, también y sobre todo, la incomodida­d que supone cubrirse de capas. Las capas molestan siempre, menos en verano porque en verano no hay. Quiero creer que en verano nadie lleva. En esos meses se inunda todo de ligereza, ese flotar por todas partes, los cuerpos desnudos habitando playas, montañas, mares, hamacas colgadas de un árbol a otro, las ventanas abiertas con esa brisa que todo lo limpia. En verano el tiempo se dilata, se extiende y los días tienen una dimensión distinta donde siempre hay espacio para gazpacho, el pelo mojado, unas cartas a la sombra, olvidarte los zapatos, pa amb oli, helados de pistacho, trampó en la orilla, melocotone­s lavados en agua de mar, sentarse en las rocas a ver el atardecer, desayunos largos, bikinis que cuelgan de cualquier silla para secarse al sol, pecas, algas, peces, pinos; esos momentos de despreocup­ación que, aunque a veces no duran mucho, en ese instante son eternos. En mi verano, en nuestro verano, claro, porque si colocara esta estación en otro lugar, si lo sacara de donde nací, de esta isla y su energía, quizá entonces el verano sería otra cosa de la que no alegrarse tanto, de la que quejarse, de la que huir, supongo. Pero yo es que los veranos los conozco así y por eso a veces quiero vivir en uno eterno donde siempre haya mar, mar, mar por todas partes.A mí el invierno debería no dolerme más porque cuando el calor me asfixia, pienso en el frío y me alivia, porque puedo escuchar siempre que quiera cómo dices en enero todo mejora y porque justo en enero volví a nacer, volvimos a nacer, en la cuneta de una carretera, y ahora cómo voy yo a detestar a este mes, a esta estación que me ha dado tanto, que me ha hecho entender que en la vulnerabil­idad reside la valentía de cada uno y porque no, no, no, después de todo lo vivido ya no debería de pesar nada, ya no debería doler lo banal, lo que nos inventamos, las quejas absurdas. Ahora es urgente apreciar el aire así esté frío o caliente, tener la posibilida­d de pasear con abrigo o en chanclas, pero sin límite de horarios que ahogan, apreciar, sobre todo, la belleza de lo que termina, de lo que empieza, de lo que nace y florece con la oportunida­d de crecer y seguir. Además, el verano siempre vuelve.

Alejandra Parejo (Mallorca, 1990) publicó en 2019 su primera novela, Una familia normal (Temas de Hoy). Licenciada en Publicidad y Comunicaci­ón Audiovisua­l, ahora compagina su trabajo como guionista de Atresmedia con la escritura de su próxima novela.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain