NUEVA MUSA:
MARTINA CARIDDI SE ESTRENA COMO EMBAJADORA DE GIVENCHY EN ESPAÑA.
¿QUÉ CUALIDADES REÚNE UN ICONO? AUDACIA, CARISMA Y UNA CAPACIDAD INNATA PARA ROMPER LOS CÓDIGOS ESTABLECIDOS. CON TAN SOLO 20 AÑOS Y MUCHO QUE DECIR, LA ACTRIZ MARTINA CARIDDI NOS DEMOSTRÓ QUE HA NACIDO PARA ESTAR EN EL FOCO. ASÍ FUE NUESTRO ENCUENTRO CON LA NUEVA EMBAJADORA DE GIVENCHY BEAUTY EN ESPAÑA. CUALQUIER PARECIDO CON AUDREY HEPBURN, LA ETERNA MUSA DE HUBERT DE GIVENCHY, ES PURA INSPIRACIÓN.
La primera vez que Martina se subió a un escenario solo tenía ocho años. Un mundo desconocido se abrió ante ella con las clases de teatro y en ese momento descubrió que quería dedicarse a la interpretación. «Me sentía en un lugar con muchísima libertad para ser quien quisiese y ser muchas otras personas a la vez», relata manteniendo el contacto visual. Cuando termina de hablar, sonríe con un gesto travieso que llena todo su rostro. En una industria ávida de nuevas estrellas, Martina Cariddi (Madrid, 2001) tiene todos los ingredientes para convertirse en el próximo fenómeno: una cara con ángel, una personalidad arrebatadora y un papel en la cuarta temporada de Élite, la serie juvenil de Netflix más exitosa de nuestro tiempo. Para rematar un cóctel explosivo, Givenchy acaba de nombrarla su embajadora en España. Su vida está a punto de pegar un vuelco, justo lo que sintió cuando la llamaron para anunciarle que el papel de Mencía Blanco, la hija díscola del director del instituto Las Encinas, era suyo. «El personaje y yo compartimos mucho en común. Las dos somos impulsivas, rebeldes y no nos conformamos con las cosas, siempre queremos más». Ahora la reconocen por la calle incluso con la mascarilla puesta, y no puede estar sola en un lugar concurrido porque siempre hay un fan a su lado. Gestionar esta fama repentina puede resultar complicado, pero ella posee su propia receta: «Rodearte de gente cercana que sepa de verdad quién eres y te hagan mantener los pies en la tierra». Hija de una conocida periodista, Angela Cariddi, y el empresario de restauración Eduardo Basanta, dueño del Grupo La Musa, Martina es la mayor de tres hermanos. El hecho de que fuese una niña popular y arropada por su pandilla en el Liceo Italiano, no quita para que se sintiese diferente. «Con los profesores siempre he tenido problemas por la dislexia. Leía más lento, la gramática me costaba y me confundía con cosas muy básicas, así que me trataban por tonta», recuerda. En el último año de colegio empezó a interesarse por el feminismo, algo que despertó su espíritu crítico y la ha llevado a tomar decisiones como no depilarse. «Me gustaría transmitir lo importante que es ser uno mismo, expresarse con libertad y vivir como quieras», proclama.
Martina nunca se alejó de su camino y, f irme en su decisión de ser actriz, toda su formación ha estado enfocada al arte dramático. Tras prepararse en el Centro de Nuevos Creadores de Cristina Rota o el Estudio de Juan Codina, debutó con pequeños papeles en el filme Mientras dure la guerra de Alejandro Amenábar o la serie Cuéntame cómo pasó. Su gran oportunidad, sin embargo, llega de la mano de Élite, sumándose a un reparto por el que han pasado Ester Expósito o María Pedraza. «Después de una jornada de rodaje, me encanta relajarme con un baño, música clásica y velas. Y, si al día siguiente no trabajo, cañas y amigos son el mejor plan». En sus ratos libres adora dibujar, escribir y leer. «Lo último que me ha marcado es La insoportable levedad del ser de Milan Kundera. ¡Me ha enseñado mucho!», asegura. Delante de la cámara, su elemento natural, Martina se desenvuelve como pez en al agua, incluso propone ideas para las fotos. Bromea con el equipo y pide unos temas de trap de Nathy Peluso y Juicy Bae para animar la sesión. Más allá de su risa hipnótica y unas curvas exuberantes, nuestra protagonista conquista con lo claras que tiene las cosas a pesar de su juventud. «A menudo escuchamos ‘tienes que estudiar’, ‘tienes que ganar dinero para comprar una casa’, ‘tienes que casarte’. Al final todos nos vamos a morir y no va a importar nada de lo que hayamos hecho. Por eso debemos actuar al margen de las convenciones sociales y decidir por nosotros mismos».
“Me gustaría transmitir lo importante que es ser uno mismo, expresarse con libertad y vivir como quieras”