RomPER Las Reglas
LANARIZ JACQUES CASE CAVALLIER-BELLETRUD Y EL ARQUITECTO FRANK GEHRY SE ALÍANEN LO ÚLTIMO DEL LOUIS VUITTON:: COLECCIÓCN DE FRAGANCIAS DISRUPTIVA .
Las colaboraciones en la industria del lujo son un clásico. Pero reunir en un mismo proyecto las visiones extraordinarias de dos genios de la talla de Jacques Cavallier-Belletrud y Frank Gehry no sucede muy a menudo. El maestro perfumista de Louis Vuitton y el célebre arquitecto son las mentes prodigiosas que se esconden detrás de la innovadora Colección de Extractos, lo último de la firma parisina. «Mi objetivo era añadir algo todavía más exclusivo a nuestra línea de perfumes.Algo rompedor y original, por eso se me ocurrió reinventar el extracto de forma contemporánea», nos explica Cavallier-Belletrud vía Zoom desde Les Fontaines Parfumées, el taller de fragancias de la enseña en Grasse. Obviamente, algo tan especial requería de un frasco único, y si había alguien perfecto para encomendarle la misión de imaginarlo era el visionario Frank Gehry, artífice de La Fondation Louis Vuitton, en París. «Cuando trabajo, la independencia es muy importante para mí. Creo que eso es lo que me conecta de manera íntima con Louis Vuitton: la sensación de libertad, la voluntad de saltar a lo desconocido… Es bastante inusual trabajar con marcas que están dispuestas a abrir los ojos y los sentimientos hacia nuevas ideas», revela el arquitecto. El resultado de este encuentro de genios son cinco fragancias sin salida, cuerpo ni fondo –estructuradas en columnas olfativas– capturadas en el recipiente más bello y escultural. Puro objeto de deseo. «Me he servido de muchas materias primas que ya había utilizado para los perfumes de LouisVuitton. Jazmín y rosa de Grasse, jengibre, ámbar o bergamota», explica la nariz de LouisVuitton.Y continúa: «Lo que caracteriza esta colección es su enfoque disruptivo de la perfumería, del mismo modo que Frank está haciendo en la arquitectura. Me gustan las sorpresas en las fragancias.Adoro que revelen distintas facetas dependiendo del estado de ánimo, el clima o la atmósfera», asegura Cavallier-Belletrud.
A pesar de tratarse de un objeto estático, el frasco traduce movimiento (el sello de Gehry en todo lo que hace). «Es una fragancia visual. Una búsqueda por comprender la fugacidaz del jugo en el recipiente. No es un diseño geométrico acabado. La forma de la botella es algo efímera. Creo que eso es lo que estaba sintiendo cuando lo hice», afirma Gehry.
Mas allá de su búsqueda de la eternidad en la impermanencia, los dos maestros tienen mucho en común. Ambos comparten la pasión por la naturaleza y una sensibilidad excepcional. «Un perfume es caro, por eso creo que, además de poseer el nivel adecuado de calidad, tiene que crear emociones», apunta Cavallier-Belletrud. «Le decimos a la gente lo que pensamos. Revelamos posibilidades. Desarrollamos ideas que ellos pueden aceptar o rechazar. Si a las personas les gusta lo que ofreces y lo aceptan, sabes que se ha establecido alguna conexión. Eso es lo más importante», sentencia el arquitecto.
“ES UNA FRAGANCIA VISUAL. UNA BÚSQUEDA POR COMPRENDER LA FUGACIDAD DEL JUGO EN UN FRASCO”, FRANK GEHRY