Enfemenino
LAS CREADORAS TAMBIÉN HAN BRILLADO EN UN MOVIMIENTO COMO LA ABSTRACCIÓN. EL GUGGENHEIM BILBAO LO REIVINDICA.
Durante siglos y siglos, pintoras, escultoras, fotógrafas, cineastas y demás creadoras han visto cómo su trabajo era invisible para críticos, espectadores, museos y hasta para sus compañeros de oficio. Es hora de acabar con esa injusticia; por eso, surgen exposiciones como Mujeres de la abstracción, organizada por el Museo Guggenheim Bilbao, que pretende escribir la historia de las aportaciones que las artistas han hecho a este movimiento en el siglo XX, hasta la década de 1980, e incluyendo algunas incursiones inéditas en el siglo XIX. Y lo hace desde una perspectiva global, reuniendo enfoques de la modernidad surgidos en América Latina, Oriente Medio y Asia, sin olvidar a las autoras afroamericanas, para construir una historia con múltiples miradas que vayan más allá del canon occidental.
Mi obra es puramente autobiográfica, trata sobre mí y mis allegados. Trabajo a partir de la gente que me interesa, la utilizo para inventar mis retratos y, además, puedo trabajar con mayor libertad cuando ellos están ahí». Toda una declaración de intenciones la de Lucian Freud, uno de los genios de la pintura contemporánea que ahora protagoniza la muestra Real Lives, donde podremos conocer a su familia, colaboradores y amantes, gracias a unos lienzos que atestiguan cómo la línea que separaba al hombre del artista era muy fina. Retratos presididos siempre por la belleza, no como algo obvio y calculado, sino como una cualidad que emana del interior de sus modelos. De ahí que, al contemplar a cada uno de ellos, no podamos evitar sentir empatía, como si fueran uno de los nuestros.
Siempre llegamos a los sitios donde nos esperan», aseguraba
José Saramago en el documental José y Pilar. Y razón no le faltaba. Porque, aunque nada hacía presagiar que aquel niño portugués, hijo de un campesino sin tierra, llegaría lejos, lo cierto es que acabó haciendo del mundo un lugar más humano gracias a su literatura. Se describió a sí mismo como «un señor callado, silencioso, melancólico y un poco triste», comunista y ateo. Un ciudadano comprometido con la humanidad, con los que conocen la injusticia, la discriminación o con quienes sufren la invisibilidad por parte de sus semejantes. A través de su palabra, José Saramago encontró la manera de luchar. «Si toda la gente amante de la belleza, de la honradez y la justicia pudiera unir sus fuerzas contra la barbarie del mundo, el mundo podría dignificar al ser humano y, quizás, el mundo podría tener un futuro».
Autor de más de 40 obras, traducidas a cerca de 50 idiomas, el pensamiento del escritor portugués sigue más vigente que nunca. Por eso, la celebración del centenario de su nacimiento se convertirá en una oportunidad para que sus fieles seguidores ahonden en su legado y también para que lo descubran los jóvenes lectores. Entre las muchas sorpresas que nos reserva la celebración, destaca la publicación de La viuda, la primera novela de Saramago, inédita en español, a cargo de la editorial Alfaguara, que también relanzará toda la Biblioteca Saramago con un nuevo diseño. Y página a página recordaremos a un hombre lúcido y discreto que no dudó en manifestar: «Un día el sol desaparecerá y el universo no sabrá que Homero escribió La Ilíada ». Aunque ese día llegase, la palabra de Saramago permanecería indeleble en nuestra mente.
Dicen que la Academia de España en Roma tiene las mejores vistas de la ciudad. Y no exageran. Para comprobarlo, basta con revisar La gran belleza, de Paolo Sorrentino, ya que eligió este escenario como inicio de su preciosa película. Creada hace casi 150 años, siempre buscó ofrecer a los artistas españoles un espacio para el estudio y el alojamiento “en una ciudad que será, eternamente, la metrópoli del arte”. En la actualidad, por el claustro y dependencias de la Academia de España (ocupa el antiguo monasterio San Pietro in Montorio) interactúan alumnos becados en las más diversas disciplinas: artes plásticas, fotografía, literatura, artes escénicas, arquitectura, moda, restauración y ahora también gastronomía. La exposición Roma Akademia descubre ese talento español made in Rome (Azkuna Zentroa, Bilbao. Hasta el 6 de febrero), con obras de 45 residentes egresados de sus últimas promociones.