Cuestión de COMPROMISO
Cuatro mujeres, cuatro causas y un denominador común: luchar por un mundo más justo. Ellas dirigen, pero también dan la cara. HARPER’S BAZAAR entra en el territorio más humano de Ishtar Espejo, Marta Marañón, Mabel Lozano y Cruz Sánchez de Lara. Abran paso…
Rompiendo bar reras. O rompiendo techos, exactamente, de cristal. Ellas lo hacen volando alto para que sean también otras personas las que puedan hacerlo. La historia de estas cuatro mujeres es de esas que son dignas de aplauso, de las que emocionan al observar que sus palabras y gestos acompañan al compás y en perfecta sintonía su mirada. La empatía es algo que llevan en su ADN y, el compromiso, su bandera. La dilatada experiencia con la que cuentan se define por su labor de arrimar el hombro y dedicar sus días a saltar obstáculos para lograr un único propósito: derechos humanos iguales para todos…
Ishtar Espejo
Comenzó siendo un apoyo temporal, pero ya son 15 años los que Ishtar Espejo suma como parte del equipo de la Fundación Aladina, entidad que ayuda a niños y adolescentes diagnosticados de cáncer durante y después de la enfermedad. «Intentamos que tengan la mejor calidad de vida y cuidamos a la familia porque el cáncer afecta a todo el núcleo familiar y el bienestar de la persona diagnosticada depende muchísimo de su entorno», nos cuenta. Como directora de la Fundación confiesa que «hace de todo», pero que principalmente gestiona la estrategia, la comunicación, la planificación de proyectos y la captación de fondos para poder desarrollarlos: «Hemos crecido con iniciativas cada vez más importantes y somos una entidad nacional que trabaja en más de 18 hospitales públicos de toda España, pero que también actúa en otros proyectos internacionales: como en el Líbano,Armenia,África o Filipinas…». La innovación y el crecimiento progresivo son las dos constantes sobre las que Aladina trabaja sus tres pilares: el apoyo emocional, el psicológico y el material. Desde la construcción de grandes obras en hospitales públicos a lo largo de toda la geografía española para mejorar el entorno en el que transcurre el día a día y las hospitalizaciones, hasta «programas de ejercicio físico dentro y fuera del hospital, voluntariados, talleres de mindfulness, yoga y otras actividades lúdicas más divertidas».
Si bien 2020 lo cambió todo, a pesar de los diagnósticos tardíos, Aladina encontró en el modelo digital un puente para llegar a más personas: «Fue difícil mantener la atención y el calor humano al que están acostumbrados los niños y familiares por nuestra parte, pero lo solucionamos con un programa on-line en el que teníamos talleres con perros y caballos a distancia, clases de fotografía, de maquillaje, de yoga, de baile… Les encantaba y creo que ahora mantendremos este modelo híbrido». Como sociedad, nuestra tarea pendiente la tiene clara: «Tendemos a pensar que somos inmortales. Nuestro despertar consiste en darnos cuenta de la suerte que tenemos e intentar dar un poco de esa suerte a los que tienen menos fortuna».
Marta Marañón
Cuando era pequeña, Marta Marañón imaginaba que el mundo sería más armonioso, «más utópico». Como geógrafa y especializada en ciencias del paisaje, estudiar sus rincones siempre fue una de sus pasiones, pero ahora, además de mostrar su compromiso con el medioambiente y otros aspectos sociales como vocal de la Junta Directiva de Forética y de la Asociación Española de Fundaciones, Marta también es directora de Relaciones Institucionales de Ayuda en Acción, una organización presente en más de 20 países de América Latina y África que trabaja para mejorar las condiciones de vida desde la infancia y juventud de las familias y comunidades más desfavorecidas. «Con Ayuda en Acción llevo trabajando diez años y he visitado proyectos en Etiopía, Nicaragua, Colombia, Ecuador y Bolivia», cuenta.
La vocación humanitaria es algo que sabemos que lleva en la sangre si tenemos en cuenta que su bisabuelo era Gregorio Marañón («decía de sí mismo que era un ‘trapero del tiempo’ y yo me identifico con esa expresión»), pero Marta, alejada de apellidos y superando obstáculos, trabaja cada día para cambiar y mejorar la vida de las personas. Fue la pérdida de su segundo hijo hace veinte años, la que, después de tocar fondo, le hizo resurgir gracias a trabajar «con y para Diego Hidalgo, uno de los filántropos más importantes de España».
Desde entonces, trabaja en el marco de la cooperación al desarrollo y la acción humanitaria. Como miembro del equipo directivo de Ayuda en Acción y portavoz de la misma, contribuye a representar la organización en distintas esferas de la sociedad para forjar alianzas con el sector privado y otras organizaciones de la sociedad civil y, así, lograr un impacto que transforme la vida de las personas. «Es muy importante que las empresas y fundaciones filantrópicas y corporativas entiendan el valor añadido de Ayuda en Acción» y, sentencia: «Lo más gratificante de mi trabajo es ir al terreno, escuchar a las personas que han ³
“La violencia de género no existe solo en el ámbito de pareja, sino que también se encuentra en otras caras ocultas” Mabel Lozano
participado en los proyectos y comprobar que la ayuda no solo ha llegado a su destino, sino que está sirviendo para cambiar y mejorar sus vidas».
Mabel Lozano
«La violencia de género no existe solo en el ámbito de pareja, sino que también se encuentra en otras caras y facetas perversas ocultas, como la mutilación genital femenina, la trata, la prostitución o la pornografía». Mabel Lozano es uno de los nombres más reconocidos del panorama artístico nacional. Fue modelo, dice que, «en otra vida». También fue actriz y presentadora de televisión, pero desde hace 16 años se encuentra embarcada como escritora, guionista, documentalista y productora en diferentes proyectos detrás de la cámara que buscan alumbrar los derechos de las mujeres en un largo túnel en el que cada kilómetro avanzado parece dibujar un horizonte. Desde que en 2005 estrenara Voces (contra la trata de mujeres), un largometraje sobre mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual, su aporte documental no ha dejado de cosechar éxitos, llegando a ser galardonada con un Premio Goya al Mejor Cortometraje Documental por Biografía del cadáver de una mujer: «Nació a raíz deYamiled Giraldo, una mujer en situación de prostitución que fue asesinada impunemente por el proxeneta que la había captado, secuestrado, violado, vejado y vendido en nuestro país. A partir de ahí inicié una investigación para saber cuántas mujeres habían sido asesinadas en circunstancias similares, porque son mujeres olvidadas y siempre se les borra el nombre». Sobre esta mujer, precisamente, cuenta que se encuentra también a las puertas de producir un nuevo cortometraje en honor a su recuerdo.
En septiembre del año pasado, junto a su amiga Paka Díaz, publicó el libro Te invito a un mojito (Catedral Books), una narración «de sororidad» en primera persona sobre el cáncer de mama, pero ella no deja de subir peldaños en su compromiso por la visibilización de la condición femenina y se encuentra también sumergida de lleno en una docuserie que versa sobre otra de las obras que publicó en 2020, PornoXplotación: «Trata sobre lo turbio que es el fenómeno de la pornografía, que deja muchas víctimas a un lado y al otro de la pantalla».
Cruz Sánchez de Lara
La vida de Cruz Sánchez de Lara siempre estuvo destinada a la labor social: «Aprendí muy joven que de las cosas malas se sale si vas de la mano de los demás, y yo quería ser parte de esos demás para otras personas». Cruz es abogada, experta en Derechos Humanos y cuenta a sus espaldas con un amplio recorrido en instituciones en las que colabora ofreciendo su ayuda humanitaria, como en bancos de alimentos o en asociaciones que ofrecen asistencia a las víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual. «Invitar ía a todo el mundo a que se acercara a conocer a las mujeres de asociaciones como APRAMP. Son mujeres rescatadas que, aunque ahora tienen un trabajo, cuentan historias muy dramáticas. Algunas han sido vendidas para ser explotadas por sus hijos», cuenta. A pesar de los estragos y de la ralentización que la pandemia deja con su rastro, Cruz lleva tiempo involucrada en un proyecto de construcción de un centro en Kenia en el que se ofrecerá amparo a mujeres recién salidas de la cárcel por cometer delitos menores: «Cuando salen, en ocasiones, no tienen a dónde ir, ni nadie que las recoja. Solo tienen una piel de ébano maravillosa y unos cuerpos impresionantes… por lo que ya os podéis imaginar cuál suele ser su destino, ya que no tienen ingresos para comer».
En una de las salas de su despacho Sánchez de Lara Abogados, observamos que, acompañando otras obras de derecho, Cruz tiene colocado un libro con una portada de Frida Kahlo: «Me gusta conocer la vida de mujeres que se enfrentaron a lo que nosotros ahora consideramos normal. Me gusta esa actitud retadora y defensora de lo que creían que era justo». Cruz reafirma sus palabras y cita, como conclusión, a una de las máximas del feminismo, Simone de Beauvoir: «Decía siempre que en los derechos de las mujeres ninguna batalla está consolidada.Tenemos que estar alerta porque cualquier cosa puede implicar un retroceso».
“Aprendí muy joven que de las cosas malas se sale si vas de la mano de los demás, y yo quería ser parte de esos demás para otras personas” Cruz Sánchez de Lara