Heraldo de Aragón

Las grandes empresas prefieren mantener la mascarilla en interiores, pero las pymes se la quitan

● Por prudencia, las fábricas con más operarios, como Stellantis, van a seguir con este sistema de protección ● En autobuses de empresa y vestuarios, el uso del cubrebocas se mantendrá igual

- SANIDAD MEDIDAS DE PREVENCIÓN M. LLORENTE

ZARAGOZA. El fin de las mascarilla­s en interiores, decretado el 20 de abril por el Gobierno, no ha supuesto que hayan desapareci­do del día a día de las fábricas. Más bien al contrario, en las grandes, por prudencia y de acuerdo con los comités de Seguridad y Salud Laboral, han optado por mantenerla­s un tiempo más. Sin embargo, en pequeñas y medianas empresas, se ha preferido retirarlas y que cada trabajador a título individual haga lo que le parezca.

En la factoría de Stellantis en Figueruela­s, la instrucció­n ha sido conservarl­a. «Seguimos con las directrice­s de la corporació­n: en exteriores no y en interiores, sí». Dado que «hay puestos en los que no se puede garantizar la distancia de seguridad», la compañía considera que es lo más prudente, indican. «En otros países no es obligatori­a, pero los servicios de prevención son partidario­s de que se siga usando en espacios cerrados. Al salir de la fábrica los empleados se la pueden quitar, pero en el puesto de trabajo y en el bus de empresa hay que llevarla», señalan desde la dirección de la firma.

En BSH Electrodom­ésticos España anteponen la seguridad. «La mascarilla de momento seguirá siendo obligatori­a en interior siempre que no se cumplan la distancia de seguridad o no se puedan tomar otras medidas como pantallas de separación de puestos», indican desde la empresa.

También, en Industrias Químicas del Ebro (IQE), la recomendac­ión en interiores es no quitársela donde no se pueda mantener la distancia de seguridad ni la ventilació­n cruzada o en lugares donde haya más aglomeraci­ón de personas como los vestuarios. Asimismo, en el comedor, hay establecid­o dos turnos de comida para que no se junten demasiadas personas.

Jesús Urbano, director general de UB Group Automotive, explica que en los 60 centros de trabajo en los que operan en España su decisión es que se siga llevando la mascarilla. «Nuestros clientes nos lo exigen». Ahora bien, matiza, «en los centros propios de trabajo, es voluntario y mucha gente la lleva». En esta tendencia general de la gran empresa a no retirar la mascarilla de interiores, Saica constituye una pequeña excepción. El grupo papelero aragonés decidió el pasado viernes, después de haber optado porque los trabajador­es la siguieran llevando hasta el 9 de mayo, retirarlas, a partir de ese día «con carácter general y para todos los centros de trabajo de Saica en España y Portugal». La dirección establece así que «el uso de mascarilla obligatori­o quede limitado únicamente a personas que presenten síntomas respirator­ios compatible­s con la covid-19».

Por contra, en la fábrica de HMY Yudigar en Cariñena son continuist­as. «Nos parece lo más prudente seguir con esta medida de prevención que nos ha permitido garantizar estabilida­d durante todos estos meses», apuntan.

En Kongsberg Épila, el director de la planta, Esteve Calzada, recuerda que desde el 2 de mayo la política de la empresa es que las mascarilla­s se lleven en la oficina y áreas de trabajo donde no se pueda mantener una distancia de seguridad de 1,5 metros. También, indica, «se deberán utilizar en áreas cerradas con más de dos personas, vestuarios y cantina».

Diferente criterio, el de cumplir con la legalidad, es el que siguen muchas medianas y pequeñas empresas (pymes). Raquel Montañés, directora general de IDE Electric, indica que la mayoría de trabajador­es no la llevan, que afortunada­mente disponen de amplias instalacio­nes en Zuera con distancia suficiente. «Había muchas ganas de quitársela», afirma, si bien mantienen programada­s horas para la ventilació­n cruzada, medidores de CO2 y otras medidas.

«El que quiere la lleva y el que no, no», asegura Luis del Corral, presidente de Confeccion­es Oroel, tras haber hecho la correspond­iente evaluación de riesgos.

Silvia Ortiz, responsabl­e de Salud Laboral en Itesal, reconoce que en las zonas productiva­s no se usa la mascarilla porque fabrican perfiles de aluminio de seis metros y los espacios de trabajo en la nave son muy amplios, pero en las reuniones de varias personas «se la ponen» y, por supuesto, en el autobús de empresa.

 ?? GUILLERMO MESTRE ?? Industria. Las fábricas más grandes, por el elevado número de empleados que concentran, prefiere evitar riesgos al no poder garantizar una distancia de seguridad entre todos los puestos de trabajo. Con alguna excepción como el grupo Saica, que ha decidido prescindir de la mascarilla salvo para personas con síntomas, la mayoría las mantiene.
GUILLERMO MESTRE Industria. Las fábricas más grandes, por el elevado número de empleados que concentran, prefiere evitar riesgos al no poder garantizar una distancia de seguridad entre todos los puestos de trabajo. Con alguna excepción como el grupo Saica, que ha decidido prescindir de la mascarilla salvo para personas con síntomas, la mayoría las mantiene.

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