Los investigadores reclaman una financiación estable y que se potencie la carrera científica
● La falta de personal es otra debilidad del sector, que exige garantías tras los 1.200 millones prometidos por la DGA
ZARAGOZA. Tras la presentación esta semana por parte del Gobierno de Aragón del III Plan Autonómico de Investigación, Desarrollo e Innovación (Paidi), los investigadores aragoneses piden garantías y compromiso político. Y plantean sus exigencias: una financiación estable con convocatorias anuales y regulares que permita a los investigadores trabajar con una planificación, además de más personal, tanto científico como técnico, para los proyectos.
El Paidi es un programa a siete años vista con 1.200 millones de euros de inversión que desde los laboratorios se considera «ambicioso». Consideran imprescindible que exista un «compromiso político» independientemente de quien esté al frente del Gobierno autonómico en las próximas legislaturas.
«Es capital abordar la potenciación de contratos predoctorales, que son el primer tejido investigador que tenemos en nuestros organismos, y posdoctorales, en estos momentos hay una sequía prácticamente absoluta. Los que hay son insuficientes y algunas becas, como las Marie Curie, muy difíciles de conseguir», señala la vicerrectora de Política Científica de la Universidad de Zaragoza, Rosa Bolea. «Lo suyo sería que hubiese plazas para una carrera afianzada a las que la gente pudiese optar», defiende. Bolea también reivindica una red de servicios técnicos.
En esta necesidad insiste Conrado Rillo, director del Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (INMA), centro mixto entre la Universidad de Zaragoza y el CSIC. «Es una gran debilidad en España. Estamos muy por debajo de los coeficientes de personal técnico por investigador, muy inferior a uno, cuando en otros países hablamos de hasta cinco o diez. Si el investigador tiene que hacer ciencia, y también ingeniería y patentes con escasa ayuda técnica, estamos debilitando muchísimo la capacidad de transferencia a la industria y la sociedad», afirma. También reclama profesionales de gestión que faciliten la captación de fondos europeos.
El programa autonómico contempla una línea de ayudas de foZARAGOZA. mento de la movilidad de investigadores predoctorales que saldrá en breve, dotada con 200.000 euros, y otra dirigida a postdoctorales junior.
De estar siempre pendiente de cuándo salen las convocatorias de proyectos y tener que justificar en un tiempo récord sabe María Moros, que obtuvo en 2020 una ayuda del Consejo Europeo de Investigación de 1,8 millones y se dedica a la nanociencia en el INMA. Para ella contar con una «financiación estable» sería crucial, así como fomentar la «involucración de los más jóvenes».
En cuanto a la transferencia de los resultados al tejido empresarial, opina que la desventaja de
Aragón, en comparación con otras comunidades, es la ausencia de grandes polos industriales. «Aún así, los logros se aplican y llegan al ciudadano», dice. Como contrapartida, está convencida que cuenta entre sus fortalezas con gran calidad en campos como la ciencia de materiales y la agraria.