Peregrinaje laico a la cuna aragonesa del héroe de Uruguay
La Puebla de Albortón vive con expectación la recuperación de las visitas de parlamentarios del país sudamericano tras dos años truncadas por la pandemia
Artigas es una figura muy emblemática del Uruguay, forjador de la nacionalidad oriental, luchador y de orígenes claramente aragoneses. A La Puebla nos une un vínculo muy fuerte por razones históricas y culturales. Es emocionante poder conocer el sitio y hablar con su gente». Quien habla así es Sebastián Sabini, senador uruguayo por el Frente Amplio (el partido de izquierdas del expresidente Pepe Mujica), actualmente en la oposición, e integrante de la delegación de ocho uruguayos que ayer visitó La Puebla de Albortón, donde nació el abuelo de José Artigas, considerado un héroe en Uruguay.
A esta localidad del Campo de Belchite y a Montevideo, uno de cuyos fundadores fue pleno siglo XVIII fue el Juan Artigas que emigró al cono sur americano, les separan 10.000 kilómetros, pero se sienten muy cercanos. Desde febrero de 2008, cuando se firmó el primer acuerdo entre los parlamentos aragonés y uruguayo para la creación de la escuela de gobierno al otro lado del Atlántico, la localidad se ha convertido en el epicentro de una peregrinación laica para los parlamentarios de aquel país y para los que cruzan el charco.
Elsa Capillera, diputada de Cabildo Abierto, una nueva fuerza nacida en 2019 que abarca sectores conservadores y que en estos momentos gobierna en coalición con el Partido Nacional, también descubrió ayer este rincón en el que se sintió como en casa. «Estamos entusiasmados, es una experiencia maravillosa. Es la primera vez que salgo de mi país con 50 años y precisamente a este lugar tan simbólico», apuntó. En su viaje a España, el grupo visitó el Congreso de los Diputados y este pasado viernes el presidente de la Cámara de Representantes de la República Oriental del Uruguay, Ope Pasquet (del Partido Nacional en el poder), intervino en el homenaje a la palabra que se celebró en la Aljafería en recuerdo a Manuel Giménez Abad, asesinado por ETA el 6 de mayo de 2001.
La delegación es «un crisol político porque hay representantes de los partidos con mayor presencia», señaló Pablo Sciarra, coordinador de la escuela de gobierno que funciona en colaboración con la Fundación Giménez Abad. Es una de las señas de identidad de esta iniciativa, que aboga por fomentar el diálogo, el debate plural y la convivencia.
Después de dos años en que estas