Mi ‘Andalán’
Mi último curso de colegio fue el de 197576, esencial para mi formación y del que guardo recuerdos muy gratos. Tiempo de anhelos de cambio y de intensa politización tras la muerte de Franco. Tampoco puedo olvidar las tardes de sábado y domingo en los cineclubes con mi primo Javier, viendo todas las películas que habían estado prohibidas hasta entonces. Un curso intensivo de cine. También las tardes pasadas en su casa escuchando músicas nuevas para nosotros. Mucho jazz, bastantes cantautores y Beatles. Además, me convertí en un lector voraz de ‘Andalán’. Aprendí y pensé mucho con esas páginas. Admiraba y me identificaba especialmente con el grupo formado por personas como Eloy Fernández, José Antonio Labordeta, Luis Germán o Carlos Forcadell, todos ellos del PSA. Años más tarde acabaría siendo amigo de los cuatro. Así que mi primer ‘Andalán’ fue el del adolescente lector que a través de sus páginas se asomó a un mundo nuevo.
Mi segundo ‘Andalán’ empieza en 1982 y llegó de la mano de Eloy, que me invitó a participar en el grupo que intentó salvar la revista. Allí aparecimos algunos jóvenes con la carrera recién terminada. Primero, Eliseo Serrano y yo; más tarde se unieron otros como Antonio Peiró o Luis Alegre. Acabé no solo escribiendo en la revista y participando en lo que para mí fueron unos épicos comités editoriales, sino compartiendo tortilla de patata las noches de los lunes con mis viejos ídolos. Miro atrás con nostalgia, pero también con mucho cariño hacia esos fundadores y luchadores que tan merecidamente han recibido este año el premio Aragón.