Bubierca sale a la calle para exigir una mejor gestión forestal y ayudas por el fuego de Ateca
Los vecinos de otras 16 poblaciones secundan también concentraciones reivindicativas durante este puente festivo
BUBIERCA. Más de 50 vecinos de Bubierca se sumaron ayer a la concentración convocada a mediodía para exigir una mejor gestión de los montes que evite que se repitan incendios como el que desde ayer castiga el Moncayo o el que hace unas semanas se declaró en Ateca. Las protestas se repitieron en Codos, Ariza, Villalengua, Torrijo de la Cañada y Ateca. Y para este domingo y mañana están previstas más en Pozuel de Ariza, Cetina, Embid de la Ribera, Tobed, Inogés, Valtorres, Purroy, Moros, Embid de Ariza, Clarés de Ribota y Alhama de Aragón. La iniciativa corre por cuenta de la plataforma ‘87 razones y más’, pero los actos están convocados por entidades locales.
En el caso de Bubierca, la cita tuvo lugar al pie de la carretera N-II, frente a la puerta del Ayuntamiento y donde la Asociación de Amigos y Vecinos de la localidad fue la encargada de leer el manifiesto. «Sentimos mucho miedo y angustia, al ver primero el humo y luego el resplandor. Antes del aviso del 112 ya estábamos preparando para irnos porque veíamos que se nos echaba encima. La velocidad era espantosa», recordaba Víctor Bailón, de 44 años. Para él, lo peor es que «esto tardará mucho en recuperarse y una vez que se sepamos los responsables, ya veremos si pagan».
«Vistos los antecedentes –el incendio de 30 hectáreas que se originó un mes antes por las mismas labores–, ya tenían que haber prohibido esos trabajos en concreto», decía Bailón. Sobre el estado de la zona, Sara Borque, de 22 años, reconocía sentir «mucha pena». «Porque está todo arrasado y aquí, que hay bastante afición a la caza, no ha dejado nada», apuntaba. Cerca de ella, José Molina junto a Piedad Bonilla y Pablo Molina, rememoraban sus miedos. «Pensábamos que nos quedábamos sin pueblo», confesaba.
El alcalde de Bubierca, Antonio Borque, se mostraba escéptico sobre la llegada de ayudas. «No lo sé. Los particulares puede que lo tengan más fácil, pero los ayuntamientos lo vamos a pasar muy mal», aseguraba.