Bebé trabaja al margen del equipo por precaución y puesta a punto
● El delantero lisboeta trata de ponerse al cien por cien físicamente después de varias semanas anómalas por su viaje a África
ZARAGOZA. La ausencia de Thiago Bebé en el entrenamiento de ayer fue el detalle más llamativo de una mañana calmada en el seno del Real Zaragoza. El lisboeta trabajó al margen, en el gimnasio, con menor intensidad que el resto de la plantilla. Oficialmente, como es habitual en estos casos, la razón se sustenta en «el reparto de cargas de trabajo». Detrás de ese formulismo subyace la precaución ante algunas molestias físicas derivadas, principalmente, de las tres últimas semanas vividas por el internacional con Cabo Verde, rol que le obligó a viajar a África durante 10 días para jugar dos partidos oficiales con su selección que le hicieron acumular 24.000 kilómetros de viajes aéreos, con diferentes escalas, y un cambio de ritmo de horarios y de vida que necesita un reseteo minucioso.
Bebé, convertido en un refuerzo de gran trascendencia en el Real Zaragoza de la segunda vuelta por su calidad de Primera División, su aportación crucial en el mecanismo atacante de un equipo romo durante toda la temporada ante las porterías contrarias y autor de tres goles en un corto espacio de tiempo, necesita estar al cien por cien para mostrar su chispa y su potencial convenientemente.
Además de su ausencia forzosa en el partido frente al Albacete, en el campo del Levante apenas pudo jugar 35 minutos al estar recién aterrizado de un tortuoso y pesado viaje desde Eswatini, país de la zona de Sudáfrica, que le afectó notablemente. El último día frente al Granada, de nuevo titular, se le apreció algo cansado, con menos inspiración que antes de este episodio vivido en la ventana FIFA del que el principal damnificado fue el Real Zaragoza en Segunda División, única liga de los países de primer nivel futbolístico europeo que no se detiene cuando las selecciones nacionales toman el protagonismo durante la temporada.
Bebé estará bien pasado mañana sábado para ser alineado frente al Racing de Santander en el duelo de la jornada 36. Pero se quiere recuperar su efervescencia, su veneno cerca del área rival, un rendimiento de más largo recorrido en el reloj del partido. Frente a los granadinos se apagó demasiado y muy pronto.
Como además venía de jugar poco en la primera mitad de la temporada con su equipo matriz, el Rayo Vallecano (solo 57 minutos en apenas cuatro apariciones anecdóticas en la primera vuelta de La Liga), su corpulento esqueleto tiende a resentirse en cuanto se sale de las rutinas. Y el viaje con Cabo Verde no le hizo bien en este sentido. Así, dentro de 72 horas en La Romareda ante los santanderinos, se desea ver al mejor Bebé nuevamente, partiendo en velocidad desde la banda izquierda. Fran Escribá y el equipo lo agradecerán.
Hasta ahora, Bebé ha jugado en nueve partidos con el Real Zaragoza desde su llegada el 31 de enero, un total de 684 minutos. Tres de ellos los completó: frente al Málaga, Burgos y Lugo. En otros tres fue sustituido muy al final, por lo que de facto los jugó casi en su totalidad: Alavés, Leganés y Granada. En siete fue titular y solo dos veces salió desde el banquillo: en su debut exitoso en Andorra y en el estadio del Levante tras el viaje africano.