«Va a ser un año complicado con unos costes de locura, inasumibles»
ZARAGOZA. Luis Vicente es un joven ganadero de Vencillón –tiene 25 años– que, tras cursar un grado de Explotaciones Agropecuarias, decidió incorporarse con apenas 18 años a la granja familiar. Tiene una explotación integrada de vacuno de cebo con 300 cabezas en esta localidad oscense de la comarca de la Litera, donde gracias al regadío todavía encuentra sin muchos problemas la paja que necesita para alimentar a sus animales.
Reconoce, sin embargo, que todo el sector vive en estos momentos una «calma tensa muy complicada», no solo por la escasez de este producto que ya comienza a notarse en los mercados, sino porque el que hay «está a un precio disparado», señala Vicente, que asegura que ya está pagando cuatro veces más que el año pasado.
«Va a ser un año muy complicado, con unos costes de locura que son totalmente inasumibles», insiste el joven ganadero. Dado que está integrado, los piensos corren a cuenta de la integradora, pero la paja tiene que costearla él. «El rendimiento que me dejaba la explotación prácticamente ha desaparecido y será muy probable que encima tenga que poner dinero», añade Luis Vicente, que el pasado año realizó inversiones en ventilación en su granja para reducir costes energéticos ante el incremento de los precios de la electricidad.
Este ganadero oscense reconoce que en estos momentos todavía hay paja a la que poder acceder, pero asegura que todo el sector comienza a sentir «un gran agobio» ante la posibilidad de que haya desabastecimiento. La falta de lluvias ha arrasado la práctica totalidad del cereal de invierno y apenas hay agua para regar, por lo que será complicado, por no decir imposible, que se realicen segundas cosechas, lo que mermará considerablemente la disponibilidad de este producto.
A pesar de todas estas dificultades, Vicente no tendrá acceso al paquete de ayudas anunciado por el Ministerio de Agricultura para que el sector agrario pueda hacer frente a los graves efectos que está ocasionando la medida. Dicho paquete reserva 355 millones de euros para compensar a los productores de carne y de leche de vacuno, ovino y caprino el incremento de los costes de producción, como los piensos y otros insumos, dado que «la escasez de precipitaciones ha mermado la existencia de pastos y ha obligado a buscar alternativas para la alimentación de los animales que resultan más caras a unas explotaciones que ya habían sufrido las consecuencias de la guerra en Ucrania», reconoció el ministro durante la presentación de estas ayudas el pasado 11 de mayo. Pero en él no se contempla a los ganaderos de vacuno de cebo, que no tendrán ningún tipo de ayuda a pesar de que también se están viendo obligados a hacer frente a los elevados gastos que supone la compra de paja.
«No nos va a llegar absolutamente nada, nos hemos quedado totalmente fuera de esta medida», lamenta el ganadero oscense, que vaticina que «se van a cerrar muchas explotaciones, sobre todo si tienen complicado el relevo generacional».