Seis piedras preciosas para que todos brinden
Castillo Ducay es la nueva colección de Bodegas San Valero, muy ligada a la tierra
El valor que aportan las piedras a los viñedos de la denominación de origen Cariñena es una de las señas de identidad que más pesan en la nueva colección de Bodegas San Valero: Castillo Ducay. Se trata de seis vinos que pretenden cubrir las necesidades y gustos del mayor número de consumidores.
Todos ellos proceden del paraje Monte Ducay, con los suelos más pedregosos de la bodega, lo que les otorga singularidad y personalidad. Esta configuración hace que el agua se filtre a las capas inferiores, donde se acumula el calor del sol y lo emiten durante la noche, de tal forma que se crea un microclima.
En la nueva puesta de largo destacan los vinos jóvenes Castillo Ducay Tinto, Blanco y Rosado de la añada 2022. El primero de ellos une en la botella garnacha, tempranillo y cabernet sauvignon. La copa se viste de rojo cereza con una corona granate y violácea. Es fresco, sabroso, de tanino amable y colofón elegante. El blanco, de macabeo y chardonnay, sorprende con su frescura, fruta y acidez. Unas características similares ofrece el rosado, de las variedades garnacha y tempranillo.
En otra línea está Castillo Ducay Roble 2021, que da un salto de la mano de las sensaciones que genera la crianza en barricas de esta madera durante tres meses. Es una combinación de garnacha y syrah, que cautiva con su color cereza apicotado. Desde la bodega resaltan que en boca es «muy elegante, con un buen equilibrio de la madera y los taninos y un final amplio».
Más matices que el anterior ofrece Castillo Ducay Crianza 2020, con el doble de crianza que el anterior, medio año. El tempranillo y cabernet sauvignon brindan un rojo cereza, en nariz conquistan finas notas de frutas rojas y en boca es sabroso. El sexteto lo termina Castillo Ducay Moscatel de Alejandría, la propuesta más diferente de toda la colección y de elaboración minuciosa.