Asaltan un chalé en Las Lomas, maniatan al dueño y le amenazan con violar a su hija
● Los delincuentes, que intentaron entrar en otras dos casas, huyeron con dinero y joyas. Pese a la dramática experiencia, las víctimas no sufrieron daños físicos graves
ZARAGOZA. La Guardia Civil trata de identificar y detener a los delincuentes que esta semana lograron colarse en Las Lomas del Gállego, una de las urbanizaciones más exclusivas del entorno de Zaragoza, con intención de asaltar tres chalés. En el primero, forzaron la puerta del garaje pero al ver que había luces encendidas no llegaron a entrar. Y en el segundo, donde reside un matrimonio mayor, fueron sorprendidos por la mujer y tuvieron que salir corriendo. Peor suerte corrió la familia que dormía en la vivienda a la que accedieron después los ladrones. Buscaban joyas y dinero, pero como les pareció poco lo que encontraron, amordazaron y maniataron al hombre, al que amenazaron incluso con violar a su hija –menor de edad– si no les entregaba más efectivo.
La Guardia Civil se limitó ayer a confirmar que se investigan «varios robos» ocurridos en la noche del jueves al viernes en la urbanización Las Lomas, ubicada a unos dos kilómetros del casco urbano de Zuera, pero en su término municipal. Sin embargo, dado que las pesquisas siguen abiertas y todavía no se ha detenido a los autores, optaron por ser cautos y no facilitar por el momento más detalles. Sin embargo, fuentes próximas al caso explicaron a HERALDO que tras estos asaltos podría estar una banda organizada de algún país del Este. Posiblemente, de Serbia, aunque los asaltantes, que ocultaban su rostro con pasamontañas y usaban ‘pinganillos’ para comunicarse mientas se movían por las viviendas, hablaban castellano.
La primera en dar la voz de alarma fue la pareja que se topó con los malhechores en su habitación en plena noche. La Guardia Civil acudió a su domicilio, ubicado en la calle del Río Arba, pero no podía imaginar que en ese momento los ladrones seguían en la urbanización, haciendo sufrir a otra familia una dramática experiencia. Se trata de un complejo residencial bastante grande y con mucha vegetación, por lo que los agentes supieron del tercer asalto, en la calle del Valle de Broto, cuando ya se habían ido.
Al margen de varios bofetones y del tremendo desgaste psicológico al que los sometieron, parece que los inquilinos de esta última casa no sufrieron lesiones físicas graves. Para las víctimas, el peor momento fue cuando los ladrones amenazaron con llevarse a la chica e incluso agredirla sexualmente. Los investigadores revisan ahora grabaciones, tanto de la urbanización como de las cámaras de las carreteras por las que pudieron huir los asaltantes.