El espíritu festivo florece y abarrota el parque Grande
Las vistosas intervenciones artísticas y la programación de la tercera edición del Zaragoza Florece han atraído desde el jueves a más de 230.000 asistentes
El espíritu festivo volvió a florecer ayer en un parque Grande a rebosar. Cientos de personas se acercaron hasta el pulmón verde de la capital para ver las llamativas intervenciones de la tercera edición del Zaragoza Florece –que supera los 230.000 asistentes desde el jueves, según las primeras estimaciones del Ayuntamiento–, comprar en uno de los 30 puestos o, simplemente, relajarse escuchando jazz en la escalinata del Batallador.
La vistosa pasarela colocada en el puente de los Cantautores, obra de Carlos Curbelo, se convirtió en uno de los puntos más ‘instagrameables’. Inspirada en la canción ‘Pisando Flores’ de Ara Malikian, registró filas desde primera hora. Tampoco faltaron los selfis en las grandes letras que reciben a los asistentes, hechas de claveles de todos los colores, hortensias, girasoles y flores tropicales.
La gran afluencia, con tranvías dobles en sentido Valdespartera, animó también las ventas. «Si le gusta, no se lo piense, que luego no habrá», recomendaba Rosa Aldana, voluntaria de la Fundación San Vicente de Paúl, a una de las clientas. En este puesto, «todo es único y está hecho a mano». «Yo misma he elaborado alguno de los cuadros. Estamos vendiendo mucho», contaba.
Cada rincón se convirtió en un ‘photocall’. Pero más allá de las fotos, también hubo oportunidad de aprender. De ello se encargó la Asociación Cultural Zaragoza Bonsái. «Llaman mucho la atención. Muchos preguntan sobre cuáles son las mejores especies para empezar y las más adecuadas para el clima de Zaragoza», apuntaban José Luis Clerigué y Carmen Alvarado, socios de este colectivo.
Y mientras unos aprendían a cuidar de estas joyas en miniatura, otros se entretenían con los columpios y los marcos al más puro estilo ‘National Geographic’ colocados a escasos metros. «Son auténticas obras de arte», decía otra de las asistentes al ver las coloridas intervenciones de este año.
Una de las más concurridas fue el túnel floral elaborado por los alumnos del Centro de Formación Río Gállego de Zaragoza Dinámica, una estructura decorada con neones rosas con la frase ‘Pasión por la vida’ y con la que era imposible no fotografiarse.
«Yo estuve el año pasado, pero para mi amiga es la primera vez», contaban Margarita Martínez y Rosario Torres mientras esperaban en la fila. «Me ha gustado sobre todo cómo han dejado la entrada y cómo han arreglado el tren chu chú», decía la primera, mientras que la segunda se quedaba con la pasarela de moda del puente de los Cantautores. «Me encantan las flores, así que estoy como un niño con zapatos nuevos», reconocía.
Entre tanta flor hubo, incluso, tiempo para aprender inglés con el teatro de Kids&Us, que ‘hipnotizó’ a los más pequeños, pendientes de cada palabra desde el césped o en tumbonas. Tampoco faltó la música, con propuestas en diferentes zonas, como el engalanado Quiosco de la Música.