Muere atropellado en la AP-2 cuando reparaba una rueda
El fallecido es un camionero portugués de 54 años al que arrolló otro tráiler en Villafranca de Ebro
ZARAGOZA. Un camionero portugués de 54 años perdió la vida el viernes por la noche en un desgraciado accidente ocurrido en la AP-2 a la altura del término municipal de Villafranca de Ebro. Según informó ayer la Guardia Civil, el transportista circulaba en sentido Madrid cuando una avería le obligó a detenerse. El hombre se puso el chaleco reflectante y señalizó la parada de emergencia, pero cuando estaba reparando un neumático fue arrollado por otro camión.
El destacamento de Tráfico ha abierto una investigación para aclarar lo ocurrido, pero lo cierto es que cuando llegaron los motoristas de la Benemérita, poco después de las 22.45, la víctima se encontraba ya en estado muy grave. Los agentes le practicaron un torniquete de urgencia y esperaron a que acudiera una ambulancia. Sin embargo, las lesiones que sufría eran de tal entidad que el camionero falleció en el lugar del suceso sin que los sanitarios pudieran trasladarlo a un centro hospitalario de la capital aragonesa.
Esta muerte se suma a la que se produjo también el viernes por la tarde en Albalate del Arzobispo, donde perdió la vida un vecino de 42 años. El accidente se produjo a las 15.00, cuando dos turismos chocaron de frente en la A-223. Uno de ellos salió rebotado y se estrelló contra un tercer coche. En lo que va de año, son ya 20 los fallecidos de tráfico en Aragón.
Del ‘simpa’ a conducir ebrio Por otro lado, la Policía Nacional dio el viernes el alto en Zaragoza a un conductor que al someterse a la prueba del etilómetro dobló la tasa penal de alcohol. De hecho, Mario S. N. dio 1,24 mg/l, cuando, a partir de 0,60 mg/l, se considera delito. Como pudo comprobar después la Policía Local, este varón de 57 años tenía también retirado el carné.
La patrulla del 091 que interceptó al conductor había coincidido con él 15 minutos antes en un bar de la plaza del Portillo, donde los policías acudieron porque no quería pagar las consumiciones. Finalmente las abonó, pero luego lo vieron al volante en estado ebrio y tuvieron que pararlo. Durante su detención también intentó agredir a los funcionarios, por lo que se le imputa un delito de atentado.