Hacia lo salvaje
Para no aguar la reflexión a nadie hablaré de pequeñas cosas que nos mantienen en pie. Estamos en plena Feria del Libro de Huesca, que abrió Angélica Morales, la autora de ‘La casa de los hilos rotos’, y a punto de inaugurar la de Zaragoza, de nuevo en el parque Labordeta.
En medio del debate, Bunbury publica un nuevo disco y piensa en Greta Garbo, aquella mujer que robó el corazón de Maurice Stiller, John Gilbert, quizá el de Djuna Barnes, y que se volvió huraña y muda en una sombría habitación de hotel. Natalia Lainez y Mapi Rivera, dos artistas que tienden al misticismo, se dan la mano en la plaza de San Felipe: la primera canta a la casa, al paisaje y a la línea, y la otra como si fuera una sirena nórdica se busca en las aguas de un lago finlandés con su desnudo más vegetal.
Severino Pallaruelo es un escritor muy querido y leído; dialogó con Miguel Mena en torno a ‘Veintiuna noches’ (Xordica), donde rinde homenaje a ‘La mil y una noches’ y a una pareja de extraños que se regalan cuentos para conjurar sus miedos y los fantasmas familiares que proceden del mundo rural. Pilar Clau debuta en la poesía con verdad y con luz: habla del corazón, de las estanterías de la memoria y del deseo de pasar a limpio algunas cosas en su poemario ‘Mujer de otoño’ (Olifante). Daniel Viñuales es un editor admirable desde GP: publica novelas gráficas o tebeos de ‘Ramón y Cajal. Un cerebro para la ciencia’, de Queco Ágreda y Roberto Morote, y ‘Plomo gualda. Entierro mexicano de Azaña en Francia’, de Juanarete y Manuel Granell. Estupendos.
Ese naturalista y cazador de bellezas por tierra, agua y aire que es Eduardo Viñuales ofrece ‘Cuaderno de montaña de las maravillas naturales de los Pirineos’ (Anaya) y nos enseña a pasear y sentir la cordillera completa con el corazón inflamado; con su hijo Érik y su compañera Sara vivió una de las experiencias más bonitas de su vida: le enseñó a Eva Amaral y Juan Aguirre los secretos de los pájaros que habitan la ribera del Ebro. Quizá en algún momento les revelase que cuando sale de excursión le vuelve loco cantar ‘Hacia lo salvaje’: «La montaña fue su salvación». Uh uh uh. «No tenéis ni idea de lo alto que puedo volar» (Habría sido un buen lema electoral).
Qué pena que la tigresa Tina Turner no hubiera hecho una versión de selva y aullido del tema de Amaral antes de irse.