Bruselas encara la cita con esperanza e incertidumbre
BRUSELAS. El futuro de Turquía y sus relaciones con la Unión Europea (UE) se deciden hoy en las elecciones presidenciales del país otomano. Bruselas se mantiene expectante ante la cita electoral, que supone el mayor desafío para su actual dirigente, Recep Tayyip Erdogan, en más de veinte años de mandato. El país se sitúa en un enclave estratégico, entre Asia y Europa, dándole la capacidad de controlar los flujos migratorios, y sus lazos con Rusia han resultado fundamentales para desbloquear acuerdos internacionales como el de las exportaciones de grano procedente de Ucrania.
La UE espera estas elecciones entre la incertidumbre y la esperanza. Una victoria de Erdogan –lo más probable, según las encuestas– supondría tener que seguir lidiando con un socio incómodo, más aún en los últimos años, cuando los Veintisiete han acusado a Ankara del deterioro del Estado de Derecho y de la democracia. El proceso de adhesión del país a la Unión Europea permanece en punto muerto desde 2018 y la cercanía del Gobierno turco con el presidente ruso, Vladímir Putin, con quien Erdogan mantiene una relación de amistad, también ha añadido tensión.
Ante este panorama, el otro candidato, Kemal Kilicdaroglu, encarna la posibilidad de un cambio que esperanza e inquieta a Bruselas a partes iguales. El líder de la oposición, que ha endurecido su discurso ultranacionalista y xenófobo de cara a la segunda vuelta se ha comprometido a tratar de restablecer la confianza con la UE y Occidente. Esta nueva etapa no supondría un giro radical en un país que teme las interferencias de poderes extranjeros, pero sí abriría la puerta a relajar ciertas tensiones. Su llegada a la presidencia también podría despejar el camino para la entrada de Suecia en la OTAN, bloqueada por Erdogan desde hace un año. Con Kilicdaroglu, el país podría retomar las conversaciones con Bruselas para su futura adhesión a la UE. En 2021, el Parlamento Europeo aseguraba que las relaciones con Ankara habían llegado «a su punto más bajo».