La rebelión del campo encara otra semana de protestas a la espera de «más hechos»
El ministro Luis Planas se reúne hoy con los consejeros autonómicos de Agricultura para trasladarles las propuestas que llevará el próximo día 26 a Bruselas
ZARAGOZA. Tras un fin de semana tranquilo, en el que los agricultores han rebajado la intensidad con la que comenzaron sus protestas el pasado 6 de febrero, la rebelión de campo encara su tercera semana de movilizaciones, y como llevan advirtiendo desde que decidieron salir a las carreteras, la protesta continuará hasta que las administraciones den respuesta a su larga lista de reivindicaciones. «Queremos verlas por escrito y firmadas, y leer la letra pequeña», coinciden la mayoría de los profesionales del sector, y aunque celebran los avances, los ven «insuficientes» y esperan «más hechos y menos palabras».
La semana llega cargada de citas. Pero es difícil predecir cuáles serán los movimientos de los distintos grupos que se manifiestan «de forma espontánea», porque sus acciones no se comunican, casi ni se planifican. Y es complicado también concretar si volverán a las carreteras, si intentarán llegar al centro de las capitales aragonesas, si preferirán concentrarse a pie o prepararán una movilización a la que inviten a la ciudadanía. O incluso si se sumarán a la tractoradas conjuntas que se proponen desde distintas comunidades para confluir en Madrid.
Todas estas opciones están sobre la mesa y circulan y se debaten en los grupos de whatsapp a través de los que se movilizan los agricultores y ganaderos que muestran su rechazo y hartazgo con las políticas agrarias europeas al margen de las organizaciones agrarias, «sin siglas ni banderas», insisten sus protagonistas, que ahora quieren también desvincularse de la Plataforma 6F nacida al calor de la revuelta del campo.
La única protesta que está agenautovía A-23 en el punto kilométrico 183, en Calamocha, y en el 181 a la altura de Poyo del Cid, así como en la carretera N-420 en el punto kilométrico 636, en Mezquita de Jarque, todos ellos en la provincia turolense. También hubo cortes en la N-II a la altura de Bujaraloz (Zaragoza) en ambos sentidos.
En Zaragoza, una veintena de vecinos y miembros de la asociación de Comercio y Servicios del barrio zaragozano de Casetas se concentraron en apoyo a las protestas de los agricultores. «Queremos reivindicar la defensa del comercio de cercanía y denunciar las políticas que se llevan ejerciendo en su contra desde hace tiempo, y también apoyar a su vez al sector primario que está sufriendo las mismas políticas perjudiciales y agravadas por las políticas europeas», señalaron. sidenta de la Comisión de retirar la norma que obligaba a reducir en un 50% el uso de pesticidas.
Así, la semana comienza con la reunión del Comité Consultivo de Política Agrícola, donde participan los consejeros del ramo de todas las comunidades, a los que se expondrán los temas a tratar en el próximo Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europa del 26 de febrero. Un encuentro al que Planas acudirá con la intención de aceptar y escuchar las sugerencias de los representantes autonómicos, pero también con la decisión de ponerles «deberes» para dar respuesta a las exigencias del campo, «porque tienen que hacerlos», como avanzó el ministro en una entrevista en RNE.
Aunque considera que se han dado pasos, el consejero de Agricultura de Aragón, Ángel Samper, exigirá hoy a Planas más medidas, en línea con las que llevó junto con sus homólogos de Vox en CastillaLeón, Extremadura y Valencia al comisario europeo del ramo, a quien le recordó la necesidad de imponer cláusulas espejo a las importaciones de países terceros, la urgencia de modificar una PAC que «hace la vida imposible a los agricultores» o de apoyar a la ganadería extensiva.
Hacia los despachos miran también los manifestantes. En especial hacia los del Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón. Hasta allí quieren llegar los responsables de las organizaciones agrarias aragonesas, representantes legítimos del sector, para negociar con el Ejecutivo aquellas medidas que están en su mano para aliviar la complicada situación que vive el sector.
Y quieren estar también los agricultores que forman parte de las movilizaciones no autorizadas. Ya han comenzado a organizarse y a designar a sus portavoces para sentarse a la mesa con el consejero, a quien solicitarán esta semana una reunión, y diseñar las acciones que «las cinco o diez medidas que el Gobierno aragonés puede abordar para darnos un respiro», explicó Víctor Yago, miembro del grupo de Zaragoza.