Una pedanía de Benabarre se queda sin agua tras secarse el manantial que la abastecía
Los bomberos están llevando cubas para llenar el depósito de Castillo de Pla Un vecino cede el uso de su pozo, pero el Ayuntamiento buscará una solución alternativa para garantizar el abastecimiento
HUESCA. La sequía ha dejado de ser un problema coyuntural y ha pasado a ser estructural en algunas zonas de la parte mas oriental de provincia de Huesca. Castillo del Pla, uno de los ocho núcleos pedáneos del Ayuntamiento de Benabarre, se ha quedado sin agua. El manantial cercano del que los vecinos de esa población se han estado abasteciendo hasta ahora se ha secado porque no llueve.
Los bomberos del Speis de la Diputación Provincial de Huesca están llevando cubas para llenar el depósito y restablecer el suministro. Además, se está analizando la potabilidad del pozo que tiene uno de los vecinos, que cedería su uso mientras se estudian otras vías de solución.
El agua dejó de manar el 3 de febrero, explicó la alcaldesa de Benabarre, Yolanda Castelló. Tras comprobar que el depósito desde el que parte la red de distribución estaba vacío, se barajó la posibilidad de que se hubiera producido un reventón o una obstrucción en la tubería en la conducción que llega desde el pozo, situado a un kilómetro de distancia, aproximadamente. «Los bomberos la inspeccionaron desde un extremo al otro, pero la tubería estaba perfecta», señaló la primera edil.
Se llegó entonces hasta el manantial, «del que se ha bebido siempre», indicó la alcaldesa. La fuente estaba casi vacía. El nivel del agua estaba por debajo de la toma de la que sale el conducto hacia el depósito. Desde ese día, los bomberos han llevado 15.000 litros de agua.
Castelló señaló que, aunque el agua del pozo vecinal sea apta para el consumo humano (la potabilización se lleva a cabo en el depósito), «hay que encontrar una alternativa». En Castillo de Pla hay 11 vecinos empadronados, pero en periodos vacacionales y en verano la población aumenta.
Prospecciones
La alcaldesa consideró que será necesario realizar prospecciones en la zona próxima al manantial que se ha secado para localizar un acuífero que proporcione agua suficiente a los vecinos y a la actividad agraria y ganadera que desarrollan. «Tenemos que saber qué manto de agua hay y con qué recursos hídricos contamos», apuntó. También habrá que solucionar el suministro de las dos casas que se abastecen directamente de la fuente agostada.
Yolanda Castelló explicó que los ocho núcleos de Benabarre y la propia cabecera municipal (suman unos 1.200 habitantes) se nutren de manantiales.
En Peralta de la Sal afrontan una situación similar. El pasado verano se llevaron a cabo sondeos para encontrar aguas subterráneas, ya que la fuente que suministra a esta población se seca en verano. El alcalde de Peralta de Calasanz, Luis Fuster, indicó que se pudo localizar un manantial situado por encima del actual, lo que permitirá aprovechar la red de distribución. El Ayuntamiento destinará a esta intervención los 70.000 euros del Plan de Obras de la Diputación Provincial, pero no será suficiente para financiar el proyecto.