De mano derecha del líder a barón de pleno derecho
Alfonso Rueda logra reeditar la quinta mayoría absoluta de los populares y asienta su figura como líder sin depender de nadie
No era una tarea nada sencilla la que tenía por delante en la noche electoral de ayer el candidato del PP, pero Alfonso Rueda consiguió el objetivo de conservar el legado de Alberto Núñez Feijóo en Galicia y los populares reeditarán su quinta mayoría absoluta en once años. Será la primera de Rueda –hombre de confianza del actual líder popular en la Xunta de Galicia desde 2009 hasta 2020–, que estará al frente del pazo de Raxoi.
Nacido en Pontevedra en 1968 y licenciado en Derecho en la Universidad de Santiago, fue durante su adolescencia cuando Rueda se afilió a Nuevas Generaciones y entró en el partido, donde ha ido escalando peldaño a peldaño. En 2006 Feijóo se cruzó en su caminó y tres años después, en 2009 –tras la recuperación de la mayoría absoluta de los populares–, se convirtió en la mano derecha del presidente.
En la primera legislatura fue nombrado consejero plenipotenciario al cargo de Presidencia, Justicia y Administraciones Públicas. En la siguiente ya fue designado vicepresidente, cargo que ostentó hasta el salto de su jefe a Madrid reemplazando a Pablo Casado. Sus adversarios políticos le han echado en cara que en el tiempo que lleva al frente de la Junta ha llevado a cabo una política de seguidismo de la estrategia estatal de Génova, poniendo encima de la mesa cuestiones alejadas de la política regional como la ley de amnistía o los pactos que Pedro Sánchez ha alcanzado con el independentismo.
Pero Rueda –aunque tenga como reto a partir de ahora dibujarse un perfil propio– no pretende cambiar un ápice su discurso caracterizado por un temple discreto. Del resto de presidentes autonómicos de los populares también se diferencia notablemente.
Frente a la potencia de los perfiles propios que muestran los líderes regionales de las comunidades gobernadas por los de Génova –de forma especial Isabel Díaz Ayuso (Madrid)–, Rueda se ha mostrado poco fan de las grandes puestas en escena o de declaraciones que resulten explosivas hacia sus rivales.
Ahora, tras lograr conservar el legado de Feijóo y Manuel Fraga, asienta su figura como líder sin depender de nadie al convertirse este 18-F en un barón de pleno derecho en el PP.