Democracia Ourensana se estrena con un diputado y Vox se queda lejos del escaño
MADRID. Democracia Ourensana, el partido localista fundado hace dos décadas bajo el liderazgo personalista de Gonzalo Pérez Jacóme, actual alcalde de la capital, entró ayer por primera vez en el parlamento gallego al obtener un escaño en la única circunscripción en la que se presentaba.
La formación amarilla, que airea la permanente discriminación de un territorio golpeado por la despoblación en detrimento de las provincias del eje atlántico, superó ampliamente el umbral del 5% que marca el sistema electoral gallego para tener representación.
Pérez Jacóme y su candidato a las elecciones autonómicas, Armando Ojea, teniente de alcalde de Orense y fundador también del partido, rentabilizaron al máximo su mediática puesta en escena y doblaron el resultado que obtuvieron la última vez que se presentaron en 2016: pasaron de 7.723 votos a más de 15.000. Una fulgurante subida que alcanzó el 9% de los sufragios: cuarta fuerza en Orense detrás de PP, BNG y PSOE.
Aunque la ambición del partido era irrumpir en la cámara autonómica como «llave» incluso para la gobernabilidad, la amplia mayoría de los populares también en Orense, donde logró el 50% de los votos, le dejó con la miel en los labios de dar un golpe en la mesa sin parangón.
«Los resultados igualmente son históricos y meritorios. Los orensanos hemos dicho basta. Se van a enterar de quiénes somos. Es histórico que una fuerza municipal entre en el parlamento cuando llevamos casi 40 años con la representación de tres partidos», afirmó ayer un radiante Pérez Jacóme, quien garantizó que Democracia Ourensana «subirá la audiencia de los debates parlamentarios».
Vox se estanca
En el polo opuesto se consumó la proyección que daban las encuestas y Vox tampoco logró representación. Aunque en términos globales mejoró el número de sufragios al llegar a 32.000, 5.000 votos más que hace cuatro años, desde el punto de vista porcentual se estancó en el 2%, muy lejos del 5% en algunas de las cuatro circunscripciones.
Como mal menor, pueden exhibir que sus votos superaron a los de Sumar (28.000). Santiago Abascal no hizo autocrítica y cargó contra el PP por permitir con sus políticas «progres» el avance del «bloque separatista gallego». «Vivimos una agonía, pero la pelea es larga y seguiremos en la lucha», concluyó.