Una nave de Bon Àrea en Épila atraerá una inversión de 6,9 millones
ZARAGOZA. El macrocomplejo agroalimentario de Bon Àrea en Épila cumple nuevos hitos, destinados a materializar una inversión que rondará los 400 millones de euros en total, según las previsiones de la compañía. El Consejo de Gobierno de Aragón declaró ayer el carácter de directamente ejecutable del proyecto de piensos para mascotas en la plataforma de la Corporación
Alimentaria Guisasona, que conllevará una inversión de 6,9 millones de euros. Se trata, según precisó el Ejecutivo autonómico, de un trámite que se enmarca en el Proyecto de Interés General de Aragón correspondiente a esa plataforma.
Con la declaración de la DGA, medida que permite la sustitución del trámite ordinario de licencia municipal, agilizando con ello la construcción de esta nueva instalación, se impulsa un proyecto presentado por la Corporación Guissona que ha contado con informes favorables del Laboratorio para la Calidad de la Edificación de Aragón.
La nueva instalación, como indicó el Gobierno autonómico, tendrá una capacidad de producción de 60.000 toneladas al año (240 al día) de piensos para mascotas en la fase 1. Esta cantidad será el doble con la puesta en marcha de la fase 2.
Implantación en tres fases
Bon Àrea está desarrollando la implantación de su nueva plataforma industrial en tres fases, precisó la DGA. En la primera, se procedió a la urbanización general de la parcela con la ejecución de las obras de los viales y la dotación de redes de infraestructuras necesarias, al tiempo que se realizó la construcción de diferentes instalaciones, tales como una fase de la depuradora, una planta de GNL, un lavadero para camiones y unas galerías subterráneas, intercomunicadas entre sí para el transporte de productos entre los distintos edificios.
En una segunda fase, se procede a la construcción de naves industriales para la progresiva puesta en funcionamiento de las diferentes actividades alimentarias que se desarrollarán en el complejo: pan, productos sin gluten, elaborados cárnicos, matadero de pollos, mataderos de cerdos, valorización de plásticos, subproductos y talleres para vehículos. La tercera fase comprende la construcción de oficinas, dos mataderos más, naves para frutos secos, frutas y verduras, postres, líquidos y quesos, así como la fábrica de piensos cuya aprobación se llevó a cabo en el Consejo de Gobierno de ayer.
De esto informó la compañía catalana en una visita a las instalaciones del presidente del Ejecutivo de Aragón, Jorge Azcón, en octubre pasado, cuando ya se había cumplido un año del funcionamiento del entramado logístico de la plataforma de Épila. La nave para piensos de mascotas que ahora se respalda con nuevos trámites supone una apuesta por la diversificación productiva del complejo ubicado en la localidad zaragozana.