Europa huele a guerra

‘No mires arriba’ es una película: unos científicos advierten de que un cometa acabará chocando con la Tierra. El fenómeno puede observarse a simple vista, basta con mirar al cielo. Pero la gente prefiere guiarse por las redes sociales que tejen noticias falsas y absurdos delirantes.

Nuestra ministra de Defensa suele ser una señora bastante sobria y contenida. A los periodistas les cuesta sacarle algo que se salga de la ortodoxia de su ministerio. Así que cuando Margarita Robles dice: «Hoy en día, un misil balístico puede llegar desde Rusia a España», y va y recuerda que la sociedad «no es consciente» de la «amenaza total y absoluta de guerra» es para escucharla con atención y atarse los machos.

A la sazón, Macron propone enviar tropas a Ucrania y habla de que esa guerra es «una amenaza existencial» para Europa. Y el presidente del Consejo Europeo, el pusilánime Charles Michel, advierte: «Si no brindamos a Ucrania suficiente apoyo para detener a Rusia, seremos los siguientes. Debemos estar preparados para la defensa y pasar a un modo de economía de guerra».

El último Consejo Europeo no giró en torno a disposiciones sobre productos, cultivos o temas medioambientales. El tema fue la evolución de la guerra y la necesidad de acordar una estrategia común. Se habló del número de obuses de artillería que Europa puede entregar a Ucrania y del desastre que supondría no atender esas necesidades. También se encargó un informe sobre los preparativos y herramientas de defensa civil de los europeos. El ambiente está tan cargado que Borrell se ha apresurado a aclarar que «la guerra no es inminente», aunque se ha cuidado mucho de descartarla.

Pero por si hubiera dudas, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha dicho este viernes que Rusia está «en estado de guerra» por la implicación de Occidente en Ucrania.

Y con este runrún de fondo, nos vamos de vacaciones, que hay que desconectar.