El calor provoca el deshielo anticipado con el embalse de Mediano al 99% de su capacidad
La reserva de nieve cae casi un 30% en una semana por las altas temperaturas. El aumento de caudales llega con los pantanos del Pirineo en máximos
HUESCA. Una parte de la nieve que cayó en el Pirineo durante los últimos temporales del invierno ya ha bajado en forma de agua por los ríos. Las altas temperaturas de esta semana, con máximas de 25 grados el jueves en la localidad pirenaica de Sopeira y de 28,9 en la estación meteorológica de Torla, han provocado un deshielo anticipado que llega con los embalses prácticamente llenos.
La imagen más visible de la abundancia de agua, en contraste con la situación de hace unos meses, se encuentra en el embalse de Mediano, en la comarca del Sobrarbe. Desde el miércoles, la
Confederación Hidrográfica del Ebro está realizando pequeños desembalses y aún así ayer se encontraba al 99,14 % de su capacidad (llegó al 99,7%). Su gestión se realiza conjuntamente con la vecina presa de El Grado, lo que ofrece mayor margen de maniobra al organismo de cuenca a la hora de establecer un volumen de resguardo en prevención de una posible avenida. Fuentes del organismo de cuenca indicaron que el desembalse tiene relación con la turbinación de los saltos hidroeléctricos del río Cinca.
Otro embalses de la margen izquierda también están en volúdición menes muy elevados, como Yesa (92%), Sotonera (95%), El Grado (89%) y Barasona (98%).
En cuanto a la nieve almacenada en las montañas, las altas temperaturas han hecho caer la reserva, lo que tiene una traslación automática en el caudal de los ríos. Según la Agencia Estatal de Meteorología, de un día para otro el manto se ha reducido incluso hasta 10-15 centímetros.
En la última semana, el descenso de la reserva nival es de casi el 30%. En toda la demarcación del Ebro, había el 11 de marzo 1.499 hectómetros cúbicos equivalentes de agua. El día 18, última mede la CHE, la cifra había caído a 1.051. En algunas cuencas la diferencia es notable, como en la del río Aragón, donde en solo siete días se ha pasado de 250 a 150 hm3.
Para los regantes, los principales consumidores de agua, no es una cuestión menor que el deshielo se produzca con los embalses llenos. «No tenemos capacidad para almacenar ese agua», indica José Antonio Pradas, presidente de Riegos del Alto Aragón. Si además hubiera un episodio de lluvias, el riesgo sería mayor. El nivel de las presas apenas se ha reducido aunque haya empezado la campaña de riego, ya que por ahora los consumos son bajos.
Por su parte, la Confederación Hidrográfica del Ebro indica que la fusión de la nieve no preocupa en cuanto a posibles avenidas, como ha ocurrido en otras ocasiones, al no venir acompañada de lluvias importantes que generen un arrastre.
Las precipitaciones pueden aparecer la próxima semana. La Aemet preveía ayer récords de máximas para un mes de marzo en numerosas localidades. Pero entre el 25 y el 27 existe una alta probabilidad de lluvias. En el comienzo de la Semana Santa la previsión es de tiempo inestable con la llegada de sucesivos frentes e incluso nieve. La cota descenderá bruscamente a partir de la tarde del lunes entre los 800 y 1.000 metros, dando lugar a nevadas en los principales sistemas montañosos.
Se mantiene la nieve en pistas De momento la situación de altas temperaturas, aunque haya dejado calvas en las montañas y reducido de manera importante la reserva nival, no afecta a los dominios esquiables. Candanchú-Astún abrió ayer 85 kilómetros; Cerler, 47; y Formigal-Panticosa, 144. En Teruel, Javalambre está cerrada por fin de temporada y Valdelinares lo hará el día 31, mientras que la temporada se prolonga en el Pirineo hasta el 7 de abril. También siguen abiertas las estaciones de fondo de Panticosa, Gabardito, Linza, Lizara, Llanos del Hospital y Pineta.