El gestor del Parque de Atracciones aboga por ampliarlo y defiende que tiene contrato hasta 2028
Trabaja en un plan director con un despacho de ingeniería y arquitectura especializado en parques de ocio, en la misma línea que el Ayuntamiento Recuerda que es un referente en las comunidades cercanas
ZARAGOZA. Parque de Atracciones SA, la empresa que gestiona el espacio de ocio de los Pinares de Venecia, apuesta por que el espacio de ocio sea en el futuro «un parque urbano con novedades en atracciones» y por que mantenga «el espíritu de sus orígenes, en una zona verde de la ciudad». Van sus planes en la misma línea de lo que busca el Ayuntamiento de Zaragoza, que será el encargado de redactar los nuevos pliegos, aunque no coinciden los plazos. La empresa insiste en que «la concesión finaliza en septiembre de 2028» y no el 8 de febrero de 2025, la fecha con la que trabaja el Consistorio, y que el proceso continúa judicializado.
A pesar de ello, no es óbice para que la empresa trabaje ya en un plan a futuro para modernizar y ampliar la instalación. Plantearán usos para las diez hectáreas de las que dispone el parque, cuatro más de las que se utilizan ahora. Si en 2028 resultan adjudicatarios, su plan implica mantener el parque abierto mientras se amplía y se moderniza. Así lo explica Jesús Morte, presidente del grupo Parque de Atracciones de Zaragoza, que defiende que su intención es «mantener el espíritu de que en una zona boscosa hay un parque con atracciones». La Noria, la Montaña Rusa y el Río Navajo, instalaciones históricas, se mantendrían, recuperadas gracias al uso de las nuevas tecnologías, y se incorporarían otras nuevas. «Es un lugar fantástico», destaca Morte.
Recuerda la empresa que lleva 50 años prestando un servicio «más que digno» a los zaragozanos, que es un referente en Navarra, La Rioja, el País Vasco y Lérida y que en mayo y junio recibe la visita de miles de escolares. Insiste y uno en Gran Canaria dedicado a los Angry Birds. Con referencias históricas en Europa como Liseberg (Gotemburgo, Suecia) o el Europa Park (Rust, Alemania). Sin olvidar los inspirados en Disney, Harry Potter, Lego, Asterix o la Warner. Dispone el Ayuntamiento de Zaragoza de una variada oferta de parques de atracciones en la que inspirarse para modernizar la instalación de la capital.
El Parque de Atracciones del Tibidabo se inauguró en 1901. Con 70.000 m² y una situación privilegiada como mirador de Barcelona, es el parque de atracciones operativo más antiguo de España y el tercero de Europa. Doce años después abrió sus puertas el parque del Monte Igueldo (San Sebastián), al que se accede a través de un funicular y que en 2014 quedó catalogado con Conjunto Monumental.
Entre las instalaciones más clásicas a nivel europeo destacan los Jardines del Tívoli, en Copenhague (Dinamarca), el más antiguo del mundo, que abrió sus puertas en 1843 con un tiovivo y una montaña rusa. La apertura de Port Aventura (Vilaseca-Salou), el 1 de mayo de 1995, marcó un antes y un después en los parques en España.
en que para el nuevo diseño se necesita «proporcionalidad» para evitar caer en los errores que lastraron otras instalaciones como Terra Mítica, que está parcialmente cerrado, o Tívoli (Málaga), que no ha vuelto a abrir desde la pandemia. Ciudades importantes como Bilbao carecen de una instalación de estas características.
No es fácil garantizar la viabilidad de un parque. En Senda Viva y el Tibidabo pasaron a la gestión privada, y en Madrid, Port Aventura e Isla Mágica han quedado en manos de fondos extranjeros. «Las nuevas inversiones en parques no son realidad en España desde hace más de 20 años, con una excepción: Puy du Fou (Toledo)», apuntan.
El concesionario desea «fervientemente» que la colaboración del Ayuntamiento sea «una realidad», pues ya lo hacen con las colonias urbanas municipales y el 12 Lunas. A pesar de que hay algún desajuste técnico.
El fin de la concesión
El desencuentro está en el fin de la concesión. Para el Ayuntamiento será el 8 de febrero de 2025; para los gestores del parque, en septiembre de 2028, y así lo han reclamado en los tribunales. La empresa se apoya en un informe jurídico en el que se apunta que se podía considerar «formalizada y en vigor la concesión demanial con el acta de recepción definitiva del complejo levantada el 15 de septiembre de 1980». Como la concesión era por 48 años, defiende que se extendería hasta 2028. También continúa en litigio el canon variable y el reajuste del equilibrio, que se ha reducido a la mitad de lo que pedía el Ayuntamiento.