Sánchez vincula a Puigdemont con el pasado y augura una victoria «amplia» de Illa el 12-M
El jefe del Ejecutivo desdeña el plan de Junts de «culminar la independencia» y dice que la ciudadanía ya «ha pasado página»
MADRID. Pedro Sánchez eleva la apuesta. No solo cree que el candidato del PSC a las elecciones del 12 de mayo en Cataluña, el exministro Salvador Illa, volverá a ser el más votado sino que ayer auguró que será el vencedor «con amplio margen», superior al que le otorgan los sondeos. Su vaticinio llegó solo un día después de que el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, anunciara en un acto multitudinario en la ciudad francesa de Elna, donde se escondieron las urnas del 1-O, a escasos kilómetros de la frontera, que concurrirá a los comicios con la esperanza de ser «restituido» en el cargo que ocupaba hasta que PP y PSOE unieron fuerzas para aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña y «culminar la independencia».
El jefe del Ejecutivo ya había quitado hierro la víspera a la posibilidad de que el exgobernante catalán, aún prófugo, confirmara, como finalmente hizo, lo que en su partido daban por hecho desde hacía una semana. Pero una vez materializada la noticia, se ratificó en su posición. «Creo que esta es la tercera vez que se presenta. Se presentó en 2017, se presentó en 2021 y se va a presentar ahora, en el año 2024. Pero sucede que estamos en un tiempo completamente distinto, en un tiempo nuevo. Y creo que la ciudadanía catalana el próximo 12 de mayo tiene una disyuntiva que resolver con su voto, y es si quiere una Cataluña que mire hacia adelante o una Cataluña que mire hacia atrás», planteó en una comparecencia en Bruselas.
Sánchez evitó el más mínmo reproche al discurso empleado por el ‘expresident’ en su intervención, en la que se vanaglorió de haber logrado que el PSOE asumiera en el pacto de investidura la narrativa construida por el independentismo para justificar sus actos, desde los decretos de nueva planta de 1714 hasta la sentencia del Estatut o la negativa a negociar un pacto fiscal. «Lo que digan los candidatos... pues están en su derecho, faltaría más», se limitó a decir, del mismo modo que el miércoles el Gobierno trató de poner sordina a su rechazo a la propuesta de una «financiación singular» para Cataluña planteada por el actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
El jefe del Gobierno sí dijo estar convencido, no obstante, de que la ciudadanía catalana lo que quiere es «pasar página». «Y lo que significa pasar página es tener un Gobierno y un presidente, en este caso Salvador Illa –insistió–, que una y que sirva al conjunto de la ciudadanía catalana». Además, defendió que eso abriría también unas perspectivas «muy buenas» para el conjunto España porque Cataluña es uno de los territorios más relevantes desde el punto de vista poblacional y económico. Y volvió a dar por seguro que, en cualquier caso, la legislatura seguirá adelante y que él podrá aprobar los Presupuestos de 2025 como es ahora su objetivo.
Fuga de Ciudadanos
Los socialistas, que ya fueron los más votados en 2021, tras los indultos, aunque empatando a 33 escaños con ERC en un escenario de mayoría absoluta de las fuerzas independentistas, aspiran ahora a romper la hegemonía secesionista y a seguir creciendo a costa de Ciudadanos, que según el último CEO (el CIS catalán) no obtendrá representación y tiene
su carrera hacia el 12-M. Puigdemont prometió regresar y presentarse al pleno del Parlament si es elegido candidato a la investidura y un día después pidió ayuda económica a sus seguidores, que pueden colaborar mediante donaciones, microcréditos, haciéndose voluntarios o apoderados. «Hoy comienza la cuenta
atrás del retorno, que solo tiene sentido si es al servicio del pueblo», según dijo en la web carlespuigdemont.cat.
«El camino de retorno lo haremos juntos», añadió. Y advirtió, igual que en la conferencia de Elna (Francia), que asistirá a la investidura si tiene la mayoría necesaria, aunque los «jueces se nieguen a cumplir la