El Papa pide recuperar la virtud cardinal de la prudencia
ZARAGOZA. El papa Francisco comentó en su catequesis semanal la virtud de la prudencia. Algo que no se corresponde exclusivamente con la cautela, ni con ser temeroso. Saber elegir en el ejercicio de la libertad y la inteligencia, armonizar las diferencias, conservar la memoria del pasado, son aspectos de una virtud necesaria para no dejarse dominar las apariencias y los pensamientos superficiales.
La audiencia del miércoles pasado en la plaza de San Pedro se desarrolló explicando una de las virtudes cardinales, la prudencia. El motivo esgrimido por el Pontífice fue: «En un mundo dominado por las apariencias, por los pensamientos superficiales, por la banalidad tanto del bien como del mal, la antigua lección de la prudencia merece ser recuperada», explicó.
Las virtudes, la prudencia junto con la justicia, la fortaleza y la templanza «no son prerrogativa exclusiva de los cristianos, porque eran ya patrimonio de la sabiduría de los antiguos, en particular de los filósofos griegos», señaló Francisco. El obispo de Roma reiteró que Jesús, en numerosas ocasiones en los evangelios, habla de la prudencia y exhorta repetidamente a ser prudentes.
Francisco apuntó que ser prudente no es ser temeroso, siempre titubeante ante las acciones que se deben emprender; tampoco, explicó, es simplemente ser cauteloso: «Conceder la primacía a la prudencia significa que la acción del ser humano está en
El manto de la Virgen del Pilar
Estos son los colores que lucirá la imagen esta semana manos de su inteligencia y de su libertad. La persona prudente es creativa: razona, evalúa, trata de comprender la complejidad de la realidad. Y no se deja llevar por las emociones, la pereza, las presiones, las ilusiones», aseguró el Papa.
Prudente es quien sabe elegir, afirmó el Pontífice, quien recordó que santo Tomás de Aquino define la prudencia como la «capacidad de gobernar las acciones para dirigirlas hacia el bien». Por ello, recordó Francisco, «prudente es quien sabe elegir, aunque en la vida concreta esto no siempre es fácil, ya que a menudo nos sentimos inseguros y no sabemos hacia dónde ir», expresó el Papa.
Jesús, explicó el Francisco, muestra su aprecio por la prudencia recordando que el Señor decía que prudente «es aquel que construye su casa sobre la roca». La prudencia evangélica es una combinación de sencillez y astucia. El Papa recordó que al preparar Jesús a sus discípulos para la misión les recomienda ser «prudentes como las serpientes y sencillos como las palomas. Es como si dijera Dios que no solo quiere que seamos santos, sino que quiere que seamos santos inteligentes, porque sin prudencia, equivocarse es cuestión de un momento», recordó el obispo de Roma.
El Papa terminó sus palabras sobre la prudencia recordando que siempre es posible que cometamos errores en la vida, pero con la prudencia podemos evitar grandes bandazos. La prudencia es saber armonizar los diferentes puntos de vista tratando de armonizarnos, porque no se debe hacer el bien de algunos, sino el de todos. Las palabras del Papa Francisco pueden leerse íntegramente en www.vaticannews.va