El ‘Cancionero’ de Lapuente y Sola
El próximo día 26 se conmemorará el CXXX Aniversario de la primera ‘Fiesta de la Jota’ celebrada en Madrid, considerada como el hito fundacional de la Jota Aragonesa como espectáculo de calidad. Ese día, el profesor Santiago Lapuente, de Fuentes de Ebro, y el bandurrista Ángel Sola, de Salillas de Jalón, presentaron en Madrid los 22 primeros estilos, que iban a ser transcritos al piano por José María Alvira y que supondrían el punto de partida para dotar a la jota aragonesa de un repertorio de estilos que iría ampliándose posteriormente, pues en la edición de 1914 del cancionero de Lapuente los estilos y tonadas seleccionados alcanzarían ya la cifra de 37.
Años más tarde, los distintos cancioneros irían dando a conocer nuevos estilos tradicionales recogidos por los musicólogos: Miguel Arnaudas (con su ‘Colección de Cantos Populares de la provincia de Teruel’, de 1927), Ángel Mingote (con su ‘Cancionero musical de la provincia de Zaragoza’, de 1950) Juan José de Mur Bernad (con sus distintos cancioneros altoaragoneses), el maestro Genaro Monreal y su ‘Cancionero aragonés’, de 1969, o Juan Hidalgo Montoya y su ‘Cancionero de Aragón’, de 1978, hasta llegar al último trabajo, recientísimo, de Marta Vela, ‘La jota, aragonesa y cosmopolita’, que ha recuperado la figura de Florencio Lahoz y su ‘Nueva Jota Aragonesa’ publicada en 1840. Pero aquellos 22 estilos que se cantaron en Madrid en 1894 fueron los primeros que se recopilaron, pues al año siguiente aparecieron publicados en el famoso ‘Repertorio de Jotas Aragonesas de Lapuente y Sola, transcriptas (sic) para Piano por José María Alvira’, que llevaba como encabezamiento un título esclarecedor para recordar aquella gran velada: ‘Jota de la Fiesta Madrileña’.
Efectivamente, la noche del 26 de marzo de 1894 se celebró un banquete en el Hotel Inglés, de Madrid, que fue organizado por los periodistas aragoneses Mariano de Cavia (el más importante periodista del momento) y Eusebio Blasco (que en París fue redactor de ‘Le Figaro’ y tuvo durante algún tiempo como secretario particular al escritor Manuel Bueno) junto con la Asociación de la Prensa de Madrid. Acudieron a él más de 400 comensales, y entre los asistentes destacaban aristócratas como el conde de la Viñaza, el conde de Montenegro, el conde de San Juan de Violada, el marqués de Velilla o el barón de Sangarrén, políticos como Valentín Gómez o Rafael Monares, y periodistas, músicos y escritores como los propios Cavia y Blasco, Ruperto Chapí, Tomás Bretón, Vital Aza, Rafael Salillas, José Feliú y Codina, Manuel Lassa y otros muchos.
Se recibieron adhesiones del presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, José María Caballero, del alcalde de Zaragoza, Mariano Aísa y Cabrerizo, barón de la Torre, de periódicos como el ‘Diario Mercantil de Zaragoza’, el ‘Diario de Avisos de Zaragoza’, ‘El Diario de Huesca’…, así como de distintas organizaciones empresariales, entre ellas la de los vinateros de Cariñena, que regalaron el vino para la Fiesta. «Al final de la cena hubo que quitar las mesas para que pudiesen entrar al local todos quienes esperaban en el exterior, llegándose a la cifra total de 800 asistentes», según contó Fernando Cobos Sancho en su magnífica biografía de Ángel Sola, ‘Ángel Sola. El gran bandurrista de la jota. 1859-1910’, publicada por la Diputación Provincial de Zaragoza el año 2010. Se cenó arroz con menudillos, ternera mechada, truchas salmonadas del Piedra, fritada, sorbete, cordero asado con alcachofas, natillas con canela, higos de Fraga, orejones de Cosuenda, almendras y avellanas tostadas, pasas, ciruelas, frutas y quesos. Allí fue donde Santiago Lapuente y Ángel Sola (conocido, pues así lo llamó Bretón, como ‘el Sarasate de la bandurria’) dieron a conocer una jota renovada y diferente, presentando 22 estilos y variaciones que fueron el origen del primer gran cancionero de la jota aragonesa: el citado ‘Repertorio de Jotas Aragonesas’ de Lapuente y Sola, que incorporó además 131 coplas o cantas de jota, que -debe suponerse- serían en aquel 1895 las más conocidas o populares. Esa colección de coplas ya no se publicaría en la edición de los 37 estilos de 1914.
En ese cancionero están pues los 22 estilos de jota populares más puros y verdaderos, y aun cuando ocho de ellos se habían ya transcrito en ediciones de jota publicadas por los maestros Agustín Pérez Soriano, Justo Blasco y Ruperto Ruiz de Velasco, todos ellos confesaron que la transcripción de los estilos la hicieron de acuerdo con Lapuente, a quien agradecían el haber sido su inspirador.