Rocas plásticas, naturalezas híbridas
PINTURA Y ESCULTURA no deja de tener seguidores. Al describir el proyecto ‘Gelatina y Gloss’, de María Rojas (Zaragoza, 1987), se ha dicho, abundando en el asunto, que tiene «una mirada puesta en la ciencia ficción». Esto queda claro en la galería Antonia Puyó, donde ahora se expone la obra de la artista.
Laura Tabarés, en la hoja de sala, cuenta que la artista «compone una fabulación expositiva donde las imágenes son seres vivos que cuelgan, yacen, se aparecen, serpentean, se amalgaman».
Antes, nos habrá revelado que todo parte de una estancia en el Malpaís de Güímar, isla de Tenerife. Algunas de las formas que vemos proceden del perfil de ciertas plantas. Un de ellas, la Strelitzia, o pájaro del paraíso, es una flor con vocación metafórica nativa de Sudáfrica, pero que ha medrado en Canarias hasta ser un símbolo de las islas. Se propone como ejemplo de una acción humana que interviene, para bien o para mal, en el entorno, con especies invasoras o con residuos plásticos, que pueden (como nos muestra María Rojas), generar fósiles futuros de indudable encanto.
Hace unos pocos años, el centro Etopia presentó una notable exposición que se titulaba ‘Postnaturaleza’. Es un concepto al que se acoge María Rojas. Se alude con ello a la imposibilidad contemporánea de distinguir entre lo natural y lo artificial. Y la artista parece proponernos una aceptación estética e irónica de tal hecho. Que se sumaría al reconocimiento de la hegemonía de lo virtual. La exposición es de un especial atractivo en esas fotografías troqueladas, con sus perfiles de planta exótica, y el colorido voluptuoso del engaño digital. Ejemplo de un trabajo de manipulación de las imágenes.
Ofrece la falsificación de un jardín interior y el fantasma de una proyección holográfica, en la que podría insistirse en la vieja idea de la caducidad de la belleza. Se muestran en Antonia Puyó, además, algunas esculturas colgantes, que se califican como ‘roca plástica’. Se trata aquí de un paradigma de lo Postnatural: unas geologías de bricolaje. Cuando pensamos que las fotos tienden a desaparecer, preservadas en la nube, pero candidatas a disolverse, borrando unas a otras, esta metamorfosis de las imágenes en roca propone una alternativa divertida y lúcida de conservación.