Las hermandades exhiben su pericia con los tambores
za del Torico durante 10 minutos y salieron del recinto por la calle de San Juan. Siguieron sus pasos las hermandades de los Caballeros del Santo Sepulcro, Nuestra Señora de la Soledad, el Sagrado Descendimiento, Nuestra Señora de la Villa Vieja, la Entrada de Jesús en Jerusalén, Jesús Atado a la Columna y Nuestro Padre Jesús Nazareno. La segunda mitad de «la retreta» estuvo protagonizada por seis asociaciones de percusionistas.
El presidente de la Junta de Hermandades de Teruel y miembro de la cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, José Villarroya, resaltó la importancia del acto porque «las bandas de tambores ponen todo su interés para que ‘la retreta’ salga bien. Es un momento muy emotivo que marca el inicio de la Semana Santa en Teruel».
Antes de cada actuación, el presentador informó al público por megafonía sobre los orígenes de cada uno de los grupos participantes. El relato de la Oración del Huerto recordó que el toque de tambores en la capital es una práctica «venida del Bajo Aragón», pero que ha arraigado fuertemente en la ciudad.
El secretario de la Junta de Hermandades y miembro de Nuestra Señora de la Soledad, Eduardo Suárez, señaló que el toque de tambores y bombos es el elemento «más atractivo» de la Semana Santa turolense y también el «banderín de enganche para que los jóvenes se incorporen a las cofradías».
Durante varias horas actuaron en torno a la fuente del Torico un millar de cofrades y percusionistas con edades que oscilaban entre los 4 y los 60 años para mostrar el fruto de ensayos que empezaron, como tarde, el pasado octubre, pero que, en algunos casos, se alargan durante todo el año.