Barbastro vive la Semana Santa con redobles y cornetas
por la Junta de Cofradías, pero por una caída permanece convaleciente en Roma.
El pregonero se definió como telonero, pero realmente fue un discurso de alto contenido evangélico, en el que el periodista utilizó la figura de Simón el Cirineo y de la Verónica, lanzando un mensaje a los cofrades para que «sean personajes secundarios en esta Semana Santa y empaticen con el dolor del otro». «Un dolor que se encuentra en las mujeres maltratadas, en el joven que sufre acoso escolar, en el inmigrante, en las víctimas de la guerra de Gaza o de Ucrania, en el parado que no encuentra trabajo o en la anciana que se siente sola y que le hacen sentirse sola».
Beltrán habló del gran cambio de guion que supuso la Semana Santa con el mensaje de que la muerte no es el fin y el acto terminó con la entrega de una escultura a José Beltrán por parte de la presidenta de la Junta de Cofradías, Silvia Peropadre. Posteriormente, la catedral realizó una sentida y larga ovación a Pablo Jurado Taboada, un laico que está a «disposición de su ciudad y ello me hace feliz» como declaró.
El acto de la lectura del pregón estuvo presidido por el obispo Ángel Pérez y por el alcalde y cófrade, Fernando Torres, que posteriormente participaron en el acto de la exaltación del tambor, y miembros de la corporación municipal. Estuvieron también presentes la corporación municipal, el subdelegado del Gobierno en Huesca Javier Betorz y el exsenador Antonio Cosculluela.
El acto de la lectura del pregón comenzó con la entrada de todas las secciones de instrumentos en la Catedral, una por una, al igual que luego a la plaza de Toros. Fue la banda de cornetas de la cofradía de la Merced la que tuvo el honor de abrir lectura de pregón.