Víctor pierde a su segundo y su tercer ‘mejores’ goleadores de la temporada
Los lesionados Mollejo, con 4 goles, y Francho, con 3, han marcado el 28% del total del equipo en 31 duelos
IIÁrbitro González Díaz (Comité Asturiano) VAR Gorostegui Fernández (Comité Vasco)
27
Ramón Juan
Pablo Ramón
Disposición táctica
Entrenador Alessio Lisci
1 4
Barcia
3
Barbu
Jonathan Gómez
8
Álvaro Sanz
17
La Gumina
SUPLENTES: Luis López (13), Zubiaurre (25) p.s.; Alcedo (26), David Vicente (2), Verdasca (20), Luna (23), Mendes (17), Tomeo (15), Alberto Rdguez. (5), Gabri Mnez. (7) y Lautaro (29)
Disposición táctica
Entrenador Víctor Fernández
ZARAGOZA. El Real Zaragoza ha perdido en esta semana a Francho y a Mollejo por lesiones importantes. Ambos estarán en torno a cuatro o cinco semanas de baja médica, como mínimo. Son dos titulares fijos en esta dura temporada y así fueron contemplados el pasado domingo por Víctor Fernández en el inicio de la tercera etapa distinta del torneo con el nuevo entrenador, que llega a la desesperada para tratar de salvar la categoría dentro de una crisis de resultados y fútbol que amenaza la estabilidad del proyecto.
Contando con que solo restan 11 jornadas para el final de la liga, ni Francho ni Mollejo van a estar presentes en alrededor de la mitad de ellas. El centrocampista canterano sufre una lesión en la fascia plantar del pie izquierdo, delicado asunto. Y el delantero manchego se rompió el músculo recto anterior del muslo derecho el pasado jueves, dolencia que requiere de una recuperación perfecta para que no exista riesgo de recaída.
Más allá de las cuestiones generales que siempre acarrean las lesiones y bajas de media o larga duración de futbolistas importantes en un equipo, en los casos de Francho y Mollejo se da una repercusión extremadamente perniciosa para un equipo como este Zaragoza actual, cuyo mayor carencia es la de la consecución de goles. Con sus bajas, Víctor –el equipo– pierde al 2º y al 3º de sus goleadores particulares en lo que va de curso, que son 31 jornadas. En efecto, Mollejo, con 4 tantos, y Francho, con 3, ocupan ese lugar en el podio de artilleros zaragocistas, solo superados por los 8 que acredita a estas alturas de marzo Maikel Mesa.
El Real Zaragoza, pues, acaba de quedarse, en un golpe bajo del destino surgido en menos de una semana, sin los autores de 7 de sus paupérrimos 25 goles logrados en ocho meses de competición. Sí, son 25 los que llevan la rúbrica de jugadores zaragocistas, pues 3 de los 28 tantos que figuran en el balance de dianas a favor se los metieron en propia puerta futbolistas rivales: Íñigo Piña, del Eldense; Alcalá, del Cartagena; e Izquierdoz, del Sporting de Gijón.
Para un equipo tan famélico en goles como el Real Zaragoza de hoy en día, perder el 28% de su potencial anotador es un perjuicio de gran calado. Es casi un tercio de todo lo conseguido hasta ahora. Ciertamente, los 4 goles de Mollejo y los 3 de Francho serían, en muchos de los equipos de la categoría, la calderilla, los accesorios a cifras mucho mayores y más ajustadas a una plantilla bien conformada y con buena solvencia. Pero en este Zaragoza repleto de carencias y máculas ofensivas, esas aportaciones de los ahora lastimados Mollejo y Francho son oro molido. Este es el nivel.
Mollejo marcó en su día en Cartagena
(victoria por 1-3), en Andorra triunfo por 0-1), en Burgos (empate, 1-1) y en casa ante el Levante (2-2). Participó con sus goles de la suma de 8 de los 37 puntos que tiene ahora (preocupantemente, por ser pocos) el Real Zaragoza. Y Francho vio portería ante el Villarreal B en casa (triunfo por 2-0), repitiendo ante el Andorra (2-0 también) y frente al Sporting de Gijón (3-0). El aragonés acertó con la red en tres victorias (9 puntos) de las escasas nueve que figuran en el extracto de beneficios parciales que porta el equipo a estas alturas.
Francés también baja: más daño Este domingo en Miranda, además de Mollejo y Francho, también estará ausente Francés, concentrado con la selección sub-21 de España. Y eso agrava el efecto de pérdida de gol en un equipo tan poco ducho en el arte de golear. Porque si Mollejo es el segundo ‘mejor’ en esa dotación y Francho el tercero, Francés es... el cuarto.
El central zaragozano, con 2 goles marcados hasta ahora (al Valladolid y el Cartagena, ambos en
completarlo, un rival superior que aspira con fundamentos al ascenso.
Si descontamos las primeras cinco jornadas victoriosas, el Real Zaragoza ha sumado 22 puntos en 26 encuentros, lo que le convierte en el peor de Segunda en este tramo. Es demasiado para resolverlo en cuatro días de trabajo con el nuevo entrenador.
El primer tiempo frente al Espanyol fue velazquino. Un Real Zaragoza inane, con errores defensivos graves y nulo potencial ofensivo. En el segundo algo cambió, pero fue insuficiente. Los blanquillos quisieron más el balón, que parecía que ya no les quemaba, controlaron el centro del campo y tuvieron llegadas al área rival e, incluso, generaron ocasiones de peligro; pero el gol no
La Romareda), sigue en la lista de escaseces anotadoras a los dos lesionados, ‘ex aequo’ con Azón y Manu Vallejo. Así de bajo se mueven las cifras goleadoras en esta plantilla que conformó Juan Carlos Cordero en verano con unas altas expectativas y que ha resultado todo lo contrario a ellas.
En Miranda, hoy, sin los goles de los tres (cuatro, tres y dos, que suman 9), el Zaragoza jugará sin el 36% de los tantos acreditados en lo que va de liga 23-24. Víctor Fernández tendrá que encontrar gol debajo de las piedras si es preciso.
regresó y sin él no hay vida. El proceso para recuperar a un equipo muerto es largo, pero el reloj corre y se necesita ya una victoria para detener la caída al vacío.
La única noticia buena es que el descenso se quedó el lunes pasado a siete puntos, una distancia prudencial que, eso sí, tiende a disminuir rápido de no reaccionar, como ya se vio ayer. La mala es que con el juego dado en las últimas semanas el Zaragoza no le gana a nadie, que no cabe esperar una transformación espectacular esta tarde y que hay que desear que sea suficiente para ganar en Miranda, un encuentro que sabe a empate.
Se enfrentan dos equipos casi gemelos, separados por un punto y con un mismo propósito alejarse del descenso.