Heraldo de Aragón

El fuego de la sierra de Alcubierre de 2019 puede costar la cárcel a los pilotos de un ‘buggy’ manipulado

Están acusados de causar un incendio que arrasó 869 hectáreas entre Leciñena y Perdiguera Se enfrentan a 4 años de prisión y al pago de 1,4 millones de euros

- MARTA GARÚ

ZARAGOZA. Gaizka L. M. e Íñigo C. D. deberán responder este lunes en la Audiencia Provincial de Zaragoza por su presunta responsabi­lidad en el incendio registrado en julio de 2019 en la sierra de Alcubierre en el que ardieron 869 hectáreas, 592 de ellas de superficie forestal. El fuego se produjo en plena ola de calor, con temperatur­as de 40 grados, afectó a zonas de especial protección medioambie­ntal y los servicios de emergencia tuvieron que evacuar a vecinos que estaban en el Santuario de Monegros y en la hospedería Nuestra Señora de Magallón.

El incendio fue uno de los más graves registrado­s en Aragón ese año y, tal y como mantienen la Fiscalía y los ayuntamien­tos de Perdiguera y Leciñena, fue causado por una grave imprudenci­a de los acusados, para los que ahora piden entre 4 y 4 años y medio de cárcel e indemnizac­iones que suman 1.425.386 euros por los daños causados, cifra de la que hacen responsabl­e civil subsidiari­a a la asegurador­a L’ Equité.

De esa cuantía, 600.877 euros son reclamados por el consistori­o de Leciñena y 790.327 por el de Perdiguera en concepto de las pérdidas de madera y el coste de la retirada de la que se quemó, la reposición de vallas y el arreglo de caminos o pastos, entre otras. Media docena de particular­es sufrieron perjuicios económicos y dos apicultore­s perdieron un centenar de colmenas. Estos fueron indemnizad­os, pero la compañía de seguros reclama a los acusados los 10.500 euros que les abonó. Igualmente, el Gobierno de Aragón reclama 2.725 euros por las pérdidas en medios de extinción de incendios. Los acusados, residentes en el País Vasco, niegan la responsabi­lidad en el incendio y sus defensas piden la absolución.

Sin embargo, la Fiscalía, apoyada en los informes de la Guardia Civil, señala que el fuego se inició a consecuenc­ia de la serie de «modificaci­ones precarias» que Gaizka L. M. e Íñigo C. D. llevaron a cabo en el ‘buggy’ con el que entrenaban para competir en el Rally Panáfrica de Marruecos en septiembre de ese año. Los dos eligieron los Monegros como escenario similar al que tendrían que enfrentars­e dos meses después. Lo hicieron un día de alerta roja por riesgo de incendio en el que se rozaron los 40 grados, con unas condicione­s de calor extremo.

Viajaban en un vehículo tipo ‘buggy’ marca Polaris modelo Ranger que habían modificado. Entre otras alteracion­es, habían colocado de forma artesanal un depósito auxiliar de gasolina de 36 litros que fijaron al chasis con cinchas de amarre, encima del motor y del colector de escape de gases. Cuando llevaban 40 kilómetros recorridos el calor afectó a la goma del nivel del depósito y se produjo una pérdida de combustibl­e y el consiguien­te incendio de la gasolina y del vehículo.

Cinco días de extinción

El fuego comenzó sobre las 14.40 en el camino de Valongares de la zona de La Pineda de Leciñena, y fue quemando hierbas y matojos. Luego alcanzó grandes dimensione­s y terminó afectando a cerca de 900 hectáreas; se acercó a núcleos poblados y obligó a desalojar a las personas que se encontraba­n en el complejo de la ermita de la Virgen de Magallón y en una granja próxima, ambos en término municipal de Leciñena. Los servicios de extinción tardaron cinco días en apagarlo.

Para la acusación pública y las particular­es, ejercidas por los abogados Miguel Ángel Lanaspa, Fernando Octavio de Toledo y Manuel Enciso, el ‘buggy’ en el que circulaban no cumplía con las mínimas exigencias de seguridad debido a las modificaci­ones efectuadas y sin que hubiesen sido homologada­s oficialmen­te. Por esa razón, solicitan su condena.

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