Heraldo de Aragón

El Casademont entrega su corona

El equipo aragonés, visiblemen­te fatigado, sucumbe 77-53 ante el enorme potencial de un Valencia excelso que, liderado por Leticia Romero, conquista la Copa de la Reina con total merecimien­to

- JAVIER OLIVÁN LÁZARO

(Huelva)

El Casademont Zaragoza entregó ayer en Huelva su corona de campeón de la Copa de la Reina al Valencia Basket (77-53). El equipo aragonés, visiblemen­te cansado, se quedó a las puertas de repetir la gesta lograda la temporada pasada y sucumbió en la gran final ante un rival que fue mejor y conquistó el el título con total merecimien­to. Nunca sabremos qué hubiera deparado el destino si aragonesas y valenciana­s hubieran competido por esta competició­n en igualdad de condicione­s.

Porque afirmar que el equipo de Rubén Burgos es justo vencedor de la Copa de la Reina de Huelva no está reñido con decir que el nuevo campeón fue beneficiad­o con un calendario escandalos­amente favorable. El extraordin­ario talento que dispone una plantilla con nombres rutilantes, sumado al mayor descanso físico que disfrutó el Valencia durante todo el torneo, convirtier­on en una quimera pensar que el Casademont podía revalidar ayer el título.

Las cosas se pusieron muy feas demasiado pronto para el Casademont. No es que el sol haya brillado demasiado estos días en Huelva, pero el inicio del Valencia terminó por encapotar el horizonte aragonés. Ambos conjuntos se conocen demasiado bien. Por eso, Rubén Burgos sabía que muchas de las opciones de su equipo pasaban por salir como una apisonador­a. «Pedid y se os concederá», debieron pensar Iagupova, Casas y compañía, que en el inicio arrollaron al vigente campeón sin ninguna compasión.

Con menos de cuatro minutos, el Valencia ya mandaba 102, lo que obligó a Cantero a pedir un tiempo muerto que resultara balsámico. Aunque el único problema no estaba en el juego, sino en las piernas de unas jugadoras muy fatigadas física, pero sobre todo mentalment­e. Algo lógico, si tenemos en cuenta que hacía 19 horas estaban dejándose la piel por volver a meterse en una final de Copa, mientras su adversario dormía la siesta a pierna suelta. En la recta final del primer cuarto, un triple de Gervasini despertó a un Casademont aletargado, que consiguió abrochar el parcial inicial menos de 10 puntos por debajo (21-12).

El conjunto taronja, que el viernes -por si fuera poco- disfrutó de un plácido día de descanso mientras las zaragozana­s 4 rebotes y 23 créditos de valoración) abandonó el choque en volandas, sin poder apoyar el pie tras una fea torcedura.

Pese a la abultada derrota, las dos aficiones (junto a las del resto de participan­tes) volvieron a ofrecer un gran ejemplo de deportivid­ad y saber estar, convirtien­do el Palacio de los Deportes Carolina Marín de Huelva en una fiesta durante toda la mañana.

Leticia Romero, MVP

A pesar de haber abandonado la pista sin poder apoyar el pie, Leticia Romero regresó tras la finalizaci­ón del encuentro al centro del campo para recibir el trofeo a mejor jugadora de la final.

Además, otro momento cargado de simbolismo llegó con la entrega de la Copa al Valencia Basket, que levantó al cielo de Huelva la lesionada Raquel Carrera. Pese a no haber podido jugar tras romperse el ligamentro cruzado de la rodilla en los cuartos de final, sus compañeras le eligieron para que fuese ella quien aupase el título.

 ?? MARIA MENTXAKA / PRENSA2 ?? Las jugadoras del Casademont Zaragoza, con la afición de fondo, nada más finalizar el partido contra el Valencia.
MARIA MENTXAKA / PRENSA2 Las jugadoras del Casademont Zaragoza, con la afición de fondo, nada más finalizar el partido contra el Valencia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain