Sonrisas pese a la derrota: «Que bote Zaragoza»
Cerca de 300 seguidores arroparon al equipo en el pabellón. Más de la mitad de ellos aguardaron la salida de las jugadoras del Casademont para tributarles un sentido agradecimiento
Leo Fiebich, Nerea Hermosa, Petra Holesinska, Mariona Ortiz, Serena Geldof... Todas las jugadoras atendieron con infinita paciencia los numerosos reclamos de los aficionados.
Una de las más aclamadas fue Mariona Ortiz, que fue recibida por sus familiares. También esperaban junto al autobús del Casademont Zaragoza los padres de Nerea Hermosa o de la canterana Leyre Urdiáin, que a pesar de su juventud (tiene solo 16 años) es ya muy querida por la Marea Roja.
Entre la multitud se encontraban gente de todo tipo. Desde seguidores más veteranos, hasta pequeños y simpáticos hinchas que sueñan con emular a las jugadoras de Cantero. «Mi jugadora favorita es Mariona Ortiz», reconocía Izan, un chaval de nueve años que viajó a Huelva junto a sus padres en el avión chárter que fletó la entidad.
«Son un grupo de mujeres increíbles. Pueden ganar o perder, pero nunca se dan por vencidas y eso es lo que les hace únicas. Más allá de los éxitos deportivos que están consiguiendo, que son muchos y muy importantes, el verdadero triunfo de este equipo es la conexión que tienen con la grada, es impresionante», corroboraba el padre del menor, antes de que su hijo se apresurase a pedir un autógrafo y una fotografía a la base titular del Casademont Zaragoza.
Pese al amargo sabor que la derrota dejó en el paladar, toda la expedición aragonesa emprendió el viaje de regreso a la capital convencida de que la de ayer no iba a ser la última gran alegría junto a esta plantilla. «Aún nos queda la Liga Femenina. Vamos a por ella», advertían.