¡En qué lío se ha metido Pedro Sánchez!
El Gobierno anuncia que recurrirá al Tribunal Constitucional la decisión de la mesa del parlamento catalán de que se pueda admitir a trámite la declaración unilateral de independencia. Carles Puigdemont reitera que no solo no renuncia a la independencia de Cataluña, sino que a ello se dedicará de lleno una vez aprobada la ley de amnistía. Y aún más: el líder de ERC, Oriol Junqueras, afirma que no le importa volver a la cárcel, que no renuncia a la celebración de un referéndum de independencia.
Dicho esto, ¿por qué el Gobierno anuncia el recurso al Constitucional, cuando es quien ha alentado a Puigdemont y a Junqueras
para que insistan en el camino de la independencia?
Es fácil deducir que Pedro Sánchez actúa teniendo en cuenta las elecciones catalanas que se celebrarán dentro de mes y medio. Le ha visto las orejas al lobo. No hay encuesta que no recoja que la presidencia de la Generalitat para Salvador Illa no es segura y que el independentismo está en baja.
Evidentemente a Salvador Illa le perjudica pertenecer al partido de Sánchez… y a los independentistas, excederse en sus objetivos al comprobar que Pedro Sánchez ponía alfombra roja a sus exigencias.
El presidente del Ejecutivo central se ha metido en un lío monumental que se agrava a medida que se acerca el 12 de mayo, porque los dirigentes de partidos independentistas que le sostienen en la Moncloa se han crecido ante las cesiones que les ha hecho para que puedan alcanzar sus objetivos. Presumen de que cuentan con una baza incuestionable: el propio jefe de Gobierno, que ha demostrado hasta la saciedad que asume todo lo que le llega desde Waterloo, desde el Palau de la Generalitat o desde la sede de Junts en L’Eixample.
‘Todo sea por la convivencia’, dicen los sanchistas con el jefe del Gobierno a la cabeza. Es irritante que pretendan engañar a los españoles con toda clase de mentiras y patrañas, pero lo de la conciliación es la que más indigna.
¿Qué idea tienen Pedro Sánchez
y su equipo de los españoles? Insistir en la convivencia es tomarlos por ignorantes funcionales, incultos de libro, incapaces de interpretar las noticias, las declaraciones, lo que tienen delante de sus ojos.
Aunque es posible que los ignorantes, incultos e incapaces de interpretar lo que tienen delante de sus ojos sean precisamente los que alardean de estar poniendo todo su afán político en conseguir la concordia entre catalanes y entre españoles. De Sánchez no se puede esperar nada, gobierna solo para sí mismo, para sus propios intereses, haciendo de la mentira virtud, del engaño una forma de vida. Pero sorprende que en la gran familia socialista no haya una docena de voces capaces de decir la verdad, que el rey está desnudo, que está dejando España y Cataluña en las manos más indeseables, las de aquellos que pretenden apartarla del resto de España y por tanto de Europa.
Que no nos venga ahora Sánchez con recursos al Constitucional. Es un absoluto irresponsable.