ERC compite con Puigdemont y presiona a Sánchez al jactarse de negociar el referéndum
Aragonès insiste en un concierto económico a la vasca y Junqueras asegura que está dispuesto a volver a la cárcel
BARCELONA. A la baja en las encuestas y con el temor de que las elecciones catalanas se conviertan en un mano a mano entre los socialistas y Junts, entre los no soberanistas y los más secesionistas, Esquerra Republicana lanzó ayer una doble ofensiva electoral haciendo bandera de la defensa del pacto fiscal y el referéndum. Los republicanos atacaron al PSC con el concierto económico a la vasca y sacaron pecho con la autodeterminación, marcando perfil independentista frente a los de Carles Puigdemont. Hasta el punto de que han puesto en un aprieto al Gobierno asegurando que ya están negociando un referéndum. Y que si tienen que volver a prisión como por la convocatoria del 1-O, lo harán, según advirtió Oriol Junqueras, presidente del partido.
Los republicanos tratan de hacerse un hueco en la precampaña electoral tras la irrupción de Carles Puigdemont para confirmar su candidatura. De momento, el expresidente de la Generalitat y su posible regreso están centrando la atención de la carrera hacia las urnas del 12 de mayo. Esquerra corre el riesgo de ser el tercero en discordia, con lo que eso implica de cara a la campaña por el voto útil y sobre todo tras los comicios, cuando se negocien los pactos.
El actual ‘president’, Pere Aragonès, candidato de ERC a la reelección, defendió ayer de nuevo un concierto económico a la vasca para Cataluña. La semana pasada lo presentó de manera formal en el Palau de la Generalitat y este lunes lo hizo ante el mundo económico catalán, en el Colegio de Economistas. Aragonès abogó por una propuesta de financiación que sea «un modelo singular» equiparable al del País Vasco y Navarra. «Ni más ni menos», avisó. Para el dirigente republicano, un cupo a la catalana no es la reivindicación de un privilegio, sino un acto de «justicia».
El dirigente de Esquerra propone un modelo por el cual Cataluña recaudaría y gestionaría el 100% de los impuestos. El sistema que plantea ERC llama a negociar de forma bilateral un cupo y una cuota de solidaridad interterritorial, que sería eso sí limitada en el tiempo. El concierto económico le sirve a ERC para distanciarse del PSC, con quien pactó los Presupuestos de la Generalitat, y también con el Gobierno, a quien ha apoyado estos últimos años. Aragonès atacó a los socialistas, que se oponen a esa particularidad fiscal catalana. Illa lo que quiere es «un café aguado, descafeinado y para todo el mundo», censuró el jefe del Govern, cuya propuesta de cupo para Cataluña tiene una aceptación mayoritaria en el mundo económico catalán, lo que le permite marcar un perfil de gestión alejada de la radicalidad.
La otra propuesta estrella de los republicanos de cara al 12-M es un referéndum de autodeterminación. La secretaria general de ERC, Marta Rovira, se reafirmó ayer en TV3 en que su partido ya ha pedido al Gobierno un «referéndum vinculante y con validación internacional». Los republicanos, dijo, están a la espera de que los socialistas hagan su propuesta, aunque estos reiteran que su respuesta es no.
Mesa aparcada en la ley de financiación autonómica que reconozca a Cataluña la cesión del 100% de los tributos que se pagan en su territorio. Al revés, sostiene que, además de carecer de cobertura legal, las consecuencias que su puesta en práctica tendría para la igualdad entre ciudadanos, la solidaridad entre territorios e incluso para el control del fraude y la evasión fiscal serían sustanciales.
En una nota de casi 30 páginas dada a conocer ayer, la asociación que representa, según sus datos, al 70% del colectivo de funcionarios del cuerpo superior de inspectores de Hacienda del Estado, hace un llamamiento al Gobierno para que no convierta la Agencia Tributaria en «moneda de cambio» en unas negociaciones que, subrayan, buscan la «independencia fiscal» de Cataluña.
Hasta ahora, el Ejecutivo ha insistido en que su propósito es abordar una reforma del sistema de financiación con todas las comunidades del régimen común de manera multilateral. Sin embargo, el hecho de que el presidente, Pedro Sánchez, y el líder del PSC, Salvador Illa, hayan hecho alusión también en los últimos meses a la vía del «consorcio tributario» recogido en el Estatut aprobado en 2006, lleva a IHE a hacer algunas advertencias sobre los límites constitucionales de esa fórmula.
El documento advierte de que el consorcio a que se hace referencia en el Estatuto «solo está previsto como forma de colaboración para los tributos parcialmente cedidos, pero nunca puede amparar la cesión a Cataluña del 100% de los impuestos recaudados»; entre otras cosas, porque hay impuestos que como el IVA, subrayan, no permiten ser gestionados por un consorcio.