Cariño, Cupido y Burning, estrellas del festival Brizna de Ayerbe
La cita será del 2 al 4 de agosto y tendrá una programación variada, que busca un público de varias generaciones
HUESCA. El Festival de las Artes de Ayerbe nació en plena pandemia. La valentía demostrada por sus organizadores, que querían hacer una potente oferta musical desde el medio rural, tuvo su premio y el año pasado más de 7.000 espectadores acudieron a los conciertos. Este año el cartel no desmerece y del 2 al 4 de agosto los principales reclamos serán Cariño, Cupido y Burning, confirmando la apuesta por programación variada, que busca un público de varias generaciones.
Otros conciertos serán los de Cala Vento, Tu Otra Bonita, Rupatrupa, Domador y Lady Banana. También se podrá bailar al ritmo de las sesiones musicales de Florida y Hermosso, Luna Roja DJ y Salas DJ; y participar en el espectáculo familiar Rock Star For Kids, que acerca a los niños versiones de los 80 y los 90 en un formato teatral. Con ello se pretende que los más pequeños tengan sus primeros conocimientos de las grandes bandas del rock. Además, contará con una feria de artesanía, autos de choque y una zona de ‘foodtrucks’. Los abonos y entradas de día ya están disponibles en la web del festival.
La programación se presentó ayer en la Diputación de Huesca. El Festival está impulsado por creadores de El Bosque Sonoro, Festival Asalto, Las Armas, Slap! y El Veintiuno de Huesca, con el apoyo del Ayuntamiento.
El diputado de Cultura, Carlos Sampériz, reivindicó el mundo rural, donde puede haber también propuestas culturales muy potentes. «Queríamos hacer un festival diferente, vinculado al mundo rural, y en el camino nos encontramos con Luis Costa (promotor cultural y propietario de la sala El Veintiuno) y Alfredo Martínez (portavoz de la asociación Brizna)», comentó a su vez el alcalde, Antonio Biescas. Recordó los 7.000 espectadores en tres días del pasado agosto, «pese al intenso frío», y sobre todo que es un proyecto no solo de Ayerbe sino de todo el territorio de la Galliguera. «Brizna es una manifestación de la vitalidad del medio rural y demuestra que es un espacio fértil para la cultura», concluyó.
«Feroz competencia» en verano Alfredo Martínez hizo hincapié en la colaboración vecinal y de los voluntarios para posibilitar su celebración y en la variedad del cartel, donde se juega incluso con el concepto de la verbena del siglo XXI. «Es una espacio único y familiar», afirmó. Por último, Luis Costa se refirió a las dificultades de montar un festival en un pueblo de 1.000 habitantes y la «feroz» competencia de festivales en verano. Pero se ha conseguido darle una vuelta y combinar varios géneros musicales, con la idea de llegar a un público más joven, también a los espectadores más adultos, e incluso a los niños.
El Brizna comenzará con una jornada en el que las guitarras de corte indie tendrán el protagonismo. El viernes 4 se subirán al escenario Cupido, Calavento y Lady Banana. La primera noche cerrará con la sesión de los siempre sorprendentes Florida&Hermosso.
El sábado contará con artistas de una carrera más o menos reciente pero que están comenzando a asentarse. Es el caso de Cariño, Tu Otra Bonita, Rupatrupa y los oscenses Domador, que regresan al panorama musical tras cinco años de silencio. La noche acabará con la sesión de la polifacética Luna Roja DJ.
La última jornada del Brizna tendrá en su escenario a una de las bandas de rock más míticas de este país: Burning. La banda madrileña ha inmortalizado temas a lo largo de varias generaciones, como ‘Mueve tus caderas’, ‘Qué hace una chica como tú en un sitio como este’ o ‘Una noche sin ti’.
este año y los primeros meses del próximo a determinados artistas en su sala, El Veintiuno de Huesca, y otros festivales. «Me enorgullece que se celebre en Aragón, pero no es de recibo que aplique una política de exclusividad tan estricta con ciertos artistas de su cartel», criticó. Y aclaró que «no se puede decir nada de este asunto a un festival con financiación exclusivamente privada, pero el Vive Latino tiene un fuerte apoyo presupuestario de carácter público y aplica unas restricciones en cuanto a certificados de exclusividad que matan a los festivales pequeños y a muchas salas».